Lo manifestado por Cohenete Olivo fue en referencia a que la Iglesia Católica, insiste en realizar una misa dentro de la celebración de Kurhíkuaeri K'uínchekua aun cuando la asamblea comunal de Arantepacua manifestó públicamente junto con sus autoridades tradicionales que, las religiones y gobiernos no deben ser parte de esta actividad cultural del Pueblo.
Los cargueros de Arantepacua, narraron que el pasado jueves, acudió un grupo de religiosos de la misma comunidad a solicitar que se realizara la misa, ya que era un acuerdo de la Vicaria de Pastoral Indígena de la región del Lago de Pátzcuaro, señalando veladamente que de no celebrarse la misa el obispado ya había decidido cambiar la parroquia a otra población castigando a Arantepacua por desobediencia.
Las autoridades comunales y civiles, así como los organizadores de dicha celebración manifiestan su inconformidad y molestia por la insistencia de la iglesia católica de pretender entrometerse a una actividad en donde ya esta decidido que no debe participar y eso, no quiere decir que por lo pronto se esté en contra de esa institución religiosa.
Dijeron que en caso de que los religiosos por su cuenta realicen actividades que estén fuera del programa que la comunidad ya definió, la comunidad en su conjunto suspenderá la ceremonia, dado a que no habrá condiciones a realizarla.
El Consejo de Kurikuaeri K’uinchekua, en su sesión mensual, fue informado desde hace más de dos meses de la decisión de la comunidad de Arantepacua, y se quedó en el entendido de que ésta determinación sería respetada y respaldada por el mismo. Este Concejo, actualmente, es la máxima autoridad hacia dentro de la celebración, por lo que, es inaudito e increíble la necedad de algunas personas y la propia iglesia de no respetar a las comunidades que sirve, trasgrediendo y amenazando arbitrariamente a la población, sin querer ver el alcance que su actitud pueda tener.


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Un escrito de Tatá Pedro Victoriano Cruz.
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