Hacia 1533, Don Vasco de Quiroga, en unión de los indígenas del lugar, fundó Santa Fe de la Laguna. Buscaba crear un pueblo hospital y hospitalario: un centro comunal donde se diera hospedaje, comida, techo y servicio médico a cuantos acudieran a él, con base en el trabajo de los propios indígenas, que eran sobre todo agricultores y ganaderos, aunque también había entre ellos herreros, tablajeros, carpinteros y músicos.

La historia de Santa Fe es la historia de la explotación de los indígenas, del saqueo de sus recursos y de la persecución de quienes se han opuesto a ello.

Desde 1542 los comuneros de Santa Fe consiguieron que la administración colonial y la propia Corona Española reconocieran su derecho sobre las tierras que ocultaban. Así consta en el documento de propiedad: copia 1631 de los archivos de Santa Fe.

A mediados del siglo XIX con ley de 1856, el Estado mexicano despojó a los comuneros de sus tierras, lo que dio motivo de encarnizadas luchas para recuperarlas, durante el Porfiriato. Con la Revolución, el derecho legal e histórico de los comuneros sobre sus tierras fue nuevamente reconocido: lo hizo la Ley de Restituciones de Tierras del 6 de enero de 1915 y la Constitución de 1917 lo consagró formalmente. El Código Agrario de 1934 –como afirma Efrén Capiz Villegas- “siguió reconociendo la personalidad jurídica de los comuneros indígenas y sus derechos a las tierras, aguas y demás bienes que les pertenecen”.

Pero la historia de robos y saqueos continuó. En 1939, los agraristas, apoyados por el Gobierno, despojaron de sus tierras a las comunidades. Los P'urhépecha siguieron luchando. Se apoyaban en sus organizaciones comunitarias y se sentían amparados por la historia, la ley y la justicia. Uno de sus grupos más activos, el de Santa Fe de la Laguna, realizó por décadas intensas gestiones y el 19 de julio de 1953 obtuvo que se expidiera la resolución presidencial que reconocía -¡una vez más!- sus derechos sobre los bienes comunales. El 24 de octubre de 1954 la resolución fue ejecutada. Del mismo modo que habían conquistado de la Corona Española el reconocimiento de sus derechos ancestrales sobre la tierra, los P'urhépecha consiguieron que el México moderno se rindiera ante ellos. Sin embargo, tampoco esto fue suficiente para que pudieran vivir en paz. Presiones económicas, sociales y políticas seguían ejerciéndose sobre ellos. La lucha tenía que continuar.

Uno de sus aspectos más difíciles se originó en las relaciones con la población de Quiroga. Surgida a principios de siglo, con gente que llegó de afuera, ejerció constantes presiones sobre las tierras de los comuneros de Santa Fe. Sus prácticas de abigeato determinaron que poco a poco la comunidad dejara de ser ganadera y perdiera la mejor parte de sus bosques. Tuvo que defenderse de esta constante invasión, de las variadas formas de agresión económica proveniente de Quiroga –cabecera municipal- y de otros centros urbanos, y de la agresión física directa, que se realizaba con la complicidad constante de las autoridades. La lucha dejó muchos muertos entre comuneros.

En 1979 el conflicto se agravó al aumentar la tensión, intervino el delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria y en su presencia se celebró un convenio (el 4 de agosto). Aunque en él se pactó una cuota irrisoria por el pastoreo del ganado de Quiroga en los campos de la comunidad, los P'urhépecha aceptaron, porque de ese modo se había creado, por lo menos, un instrumento formal que permitiera avanzar en la lucha por la vía de la negociación y de la ley.

Pero los ganaderos no cumplieron. Los comuneros agotaron todas las posibilidades de gestión y no lograron que las autoridades los escucharan. El 11 de noviembre de 1979 celebraron una larga asamblea para tomar una decisión. Aprovecharon su vieja experiencia de participación, para que todos intervinieran y opinaran sobre la grave dificultad que estaban enfrentando. Finalmente, haciendo valer el viejo derecho conquistado desde la Colonia, decidieron arriar el ganado de los que se habían negado a pagar por el pastoreo, conforme al pacto firmado tres meses antes.

Al ejecutar la decisión del pueblo, en el descenso por una cañada, los comuneros encontraron a un grupo de guardias blancas al servicio de los ganaderos que los estaban esperando. Murieron dos comuneros. Diez más quedaron heridos. Cuatro fueron detenidos con balas en sus cuerpos y nueve más fueron trasladados a la cárcel de Pátzcuaro, donde quedaron incomunicados. Entre ellos estaban Elpidio Domínguez Castro, el presidente del comisariado de bienes comunales. Ese mismo día, fueron puestos en libertad algunos de los ganaderos presos. Así dio comienzo este periodo crítico del movimiento comunero, cuyo desarrollo, en esta fase, fue como sigue:

18 DE NOVIEMBRE
Se organiza la defensa jurídica de los comuneros presos. Se realizan gestiones ante las autoridades del Estado, que se niegan a recibir a los comuneros.

Se esparce información sobre el problema pero hay confusión acerca del camino a seguir. Es elaborado el primer volante de denuncia y se reparte masivamente. La organización interna de la comunidad comienza con la formación de comisiones encargadas de alimentar al ganado capturado. Existen órdenes de aprehensión contra algunos comuneros y la gente de Quiroga empieza a insultarnos, llamándolos “pelonas”.

19 DE NOVIEMBRE
Comuneros de los ocho barrios de Santa Fe, así como campesinos de Zirahuén, Curío, Taracatío, Ichán, Tingambato y varios poblados más establecen un campamento frente al Palacio de Gobierno del Estado, en Morelia, exigiendo justicia. Demandan, ante todo, la libertad de sus compañeros presos.

En una entrevista con el oficial mayor del gobierno local, se le presentan en forma verbal las demandas: libertad inmediata a los detenidos, atención a los heridos, castigo a los culpables de los asesinatos, replanteo de los linderos de la comunidad, entre otras. La contestación es vaga. Una de las principales avenidas de Morelia, la Madero, es cerrada con la finalidad de presionar a las autoridades. En las guardias había más de 400 comuneros, acompañados de moradores de las Casas de Estudiantes. Se inicia así una parada permanente.

Este día se hacen circular las conclusiones del Encuentro de los Ejidos Colectivos de los Valles del Yaqui y Mayo, en las cuales se denuncia “el despojo sistemático de la comunidad indígena Santa Fe de la Laguna, Mich.” y se propone “...denunciar enérgicamente la represión despiadado ejercida por los aparatos represivos y las guardias blancas de los terratenientes en contra de movimientos campesinos, en particular, la ejercida en el pasado inmediato contra los comuneros de Michoacán”. Se acuerda también “hacer pública la denuncia del crimen cometido por los aparatos represivos contra comuneros michoacanos el 17 del presente y el apoyo por parte de todas las organizaciones presentes a su lucha; así como todo lo relativo al reparto de tierras”.

Por otro lado, se empieza a hacer sentir el apoyo de organizaciones como la Unión Independiente de Comerciantes en Pequeño, Kúnguarhekua P'urhécheri, A. C., estudiantes de diferentes escuelas y facultades de la Universidad Michoacana y otros.

En otra entrevista con el oficial mayor de gobierno, éste le habla al procurador y le pide atienda a los comuneros. El procurador los recibe con una actitud molesta y despótica, promete estudiar el caso e invita a una nueva entrevista en unos días más. Desde entonces todos los funcionarios de gobierno adoptan una actitud paternalista, inclinándose a favor de los intereses de los ganaderos de Quiroga. Esto obliga a los comuneros a estar más unidos y organizados para luchar contra la corrupción.

20 DE NOVIEMBRE
En este aniversario del triunfo de la Revolución Mexicana, los campesinos se encuentran luchando por lo que en la revolución se luchó.

Se incorpora al movimiento el Comité de Lucha Indígena de Etnoligüística de Pátzcuaro, Mich., que canta pirekuas y se realiza el primer festival musical. Se empiezan a hacer mantas de apoyo al movimiento, se volantea, se botea y comienzan a llegar las primeras donaciones tanto de alimentos como de dinero. La prensa local sigue con su campaña difamatoria: que si comunistas, que si se da una mala imagen a los turistas, que se estorba el paso a los vehículos, etc.. Se incorporan al movimiento representantes de la Colonia Unión Popular Solidaria de Morelia, así como el Consejo Estudiantil en Lucha, la secundaria popular y otras.

Una delegación de los comuneros participa en el homenaje a Emiliano Zapata, que las organizaciones de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala celebran en Cuautla, Morelos. La Coordinadora ofrece su solidaridad activa.

21 DE NOVIEMBRE
Son trasladados a la cárcel municipal de Pátzcuaro nueve comuneros, se les dictó auto de formal prisión. Los 2 comuneros que están gravemente heridos siguen en el hospital civil de Morelia, también en calidad de detenidos. Ninguno de los heridos ha recibido atención adecuada.

Se plantea la formación de la Comisión Coordinadora, la cual estará integrada por un representante de cada organismo de apoyo. Esta comisión acordará y realizará las tareas de lucha, y también se hará cargo de la información a la gente que la apoye. La Coordinadora analiza este día las condiciones en que se llevará adelante la parada permanente.

Los comuneros presos de Pátzcuaro se organizan y mandad una carta al sacerdote Mateo Martínez, pidiéndole que no se continúe desinformando a la gente desde el púlpito; le piden que respete la propiedad comunal. A partir de ese momento, hay tensiones y roces con el padre Mateo. En esta misma carta, los presos señalan al padre Mateo lo siguiente:

“Lo que de ninguna manera podemos dejar pasar, es que usted tome partido en la misa sobre estos asuntos. Recuerde, señor cura, que nosotros hemos respetado todo lo que a la iglesia le corresponde, y hemos tratado de que todas las ceremonias del culto se realicen como corresponde a nuestra tradición. Pero no podemos permitirle que, usando los privilegios del púlpito, trate de dividirnos y de engañarnos. Respete nuestras actividades y nuestras luchas, como nosotros respetamos sus actos particulares y eclesiásticos. Déjenos recuperar nuestras tierras, señor cura”.

“Acuérdese que usted llegó del seminario sin nada de valor económico, y ahora cuenta con terrenos comunales que “compró” con el dinero de los feligreses de Santa Fe de la Laguna; acuérdese que a la orilla del lago está acondicionado un buen lugar para su casa de descanso, y del automóvil Dodge último modelo que renueva todos los años”.

Señor cura, ayúdenos a respetar su propia iglesia: respete usted nuestra propiedad comunal, nuestros auténticos derechos. Nosotros nunca le hemos estorbado en su enriquecimiento, mientras los comuneros cada vez nos empobrecemos más”. (Uno más Uno, 21-nov-79).

En una segunda carta, dirigida a “nuestra comunidad”, los presos encabezados por Elpidio Domínguez Castro, dicen:

“Aquí, el que va llegando debe aportar 300 pesos por concepto de “mesa”. Y mientras uno no pague, tiene que barrer de diez a quince veces diarias y semanalmente limpiar las celdas y sanitarios de los otros presos”.

“Pese a este trabajo, no se nos desquita nada, y al salir hay que pagar los 300 pesos. Por esto nos vemos obligados a recurrir a su voluntad, si es que hay condiciones. Si no las hay, no deben preocuparse: sabremos cumplir como corresponde”.
“Saludos para todos y no se desanimen: la tierra es de nosotros”.
(Uno más Uno, 21-nov-79).

22 DE NOVIEMBRE
La Coordinadora plantea la necesidad de llevar a cabo una marcha-mitin en Morelia, aunque no se fija fecha para efectuarla.

Los periódicos de circulación nacional, sobre todo Uno más Uno, empiezan a publicar una o más notas diariamente.

23 DE NOVIEMBRE
Este día se decide llevar a cabo la primera marcha-mitin, la cual tendrá un recorrido desde el palacio de gobierno de Morelia hasta el jardín de Villalongín.

Ebullición, actividad constante y coordinación son las determinantes para la marcha. Puede percibirse la unidad que hay entre los comuneros. Es la primera vez que se lleva a cabo una manifestación de este tipo, con comuneras, comuneros, niños, estudiantes, colonos, comerciantes, amas de casa, etc. Asisten alrededor de 3,000 personas. Es imponente, ordenada y sencilla. La gente de Morelia mira asombrada. Asisten 14 comunidades tanto indígenas como agrarias y muchos organismos de apoyo. Se gritan varias consignas, muchas de ellas en P'urhépecha como: ¡Juchari Uinapikua!, ¡Elpidio, jucha segiri xakáksïni!, y también en español: ¡La gente se pregunta: El pueblo ¿dónde está? ¡El pueblo está en la calle buscando libertad!, ¡Solución a Santa Fe, sí señor! ¡Justicia, justicia, justicia!, etc., etc. Al término de la marcha, se realiza un mitin dentro del Palacio de Gobierno, donde hablan representantes de comuneros y otras personas más. Al término de este mitin, se regresa a las guardias normales. Empiezan las provocaciones, por medio de automóviles, que se lanzan dentro del tramo cerrado.

Afortunadamente no hubo accidentes que lamentar y solamente algunas llantas ponchadas (pues se habían puesto clavos en los extremos de la cerrada), o multas para los supuestos despistados (provocadores), o algún vidrio roto para el que se iba sin pagar la multa.

En Pátzcuaro, los presos dirigen una carta abierta al gobernador Torres Manzo, en donde piden solución a las demandas y hacen saber que se lanzan a una huelga de hambre indefinida hasta lograrlo.

24 DE NOVIEMBRE
Se realiza otro festival popular con asistencia de varios grupos de pireris. Estudiantes de la comunidad presentan una obra de teatro.

Las asambleas tienden a Hacerse diariamente. Existe interés en la gente por estar bien informada. Todas las comisiones funcionan bien.

La coordinación de la gente que está en la parada es buena tanto en el boteo y el volanteo, como en las comisiones que tienen que realizar tareas posteriores: de difusión, prensa y propaganda, de memoria sobre el movimiento, de movilización, etc. En todos los campesinos se nota un espíritu de disciplina y camaradería.

25 DE NOVIEMBRE
Se efectúa una marcha-mitin en la ciudad de Pátzcuaro, asistiendo 16 comunidades y distintos organismos de apoyo. Se hace un recorrido por la ciudad, que termina en un mitin frente a la cárcel municipal, donde se encuentran presos los comuneros. Se toma la radiodifusora para difundir el problema y plantear las demandas. Los comuneros presos dijeron que las manifestaciones de apoyo los animaban mucho.

26 DE NOVIEMBRE
Un campesino consigue un espacio en Radio Nicolaita, para hacer un programa sobre la situación del movimiento. Comienza a salir el periódico mural donde se relatan todos los acontecimientos.

Sale la primera comisión de comuneros y comuneras a la ciudad de México, con el fin de entrevistarse con autoridades de la Secretaría de la Reforma Agraria. Las comuneras amplían su participación, se suben a los camiones, hacen difusión, demandan apoyo, etc.

Se dicta el auto de formal prisión contra los comuneros “por los delitos de homicidio, lesiones y ejercicio indebido del propio derecho”. El juez Mario García Díaz lo da a conocer a la prensa, afirmando que ha sido dictado dentro del plazo fijado por la ley (El hecho, sin embargo, es que habían transcurrido más de 72 horas).

27 DE NOVIEMBRE
Los miembros de la Casa del estudiante de Morelia ocupan algunas oficinas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, además del departamento escolar de Uruapan, como medio de presión para la solución favorable de sus demandas y en apoyo de la protesta de los comuneros.

29 DE NOVIEMBRE
Alrededor de tres mil personas, de todas las clases sociales, marchan por las calles de Morelia en una manifestación a la que se unen estudiantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa, que se dirigen a México en busca de un aumento de su subsidio. La marcha concluye en un mitin en la plaza Melchor Ocampo, donde se demanda la libertad inmediata de los detenidos, atención médica a los heridos y el cese de las torturas.

El servicio de transporte colectivo urbano queda suspendido en Morelia, cuando algunos estudiantes inician el secuestro de camiones en apoyo a los comuneros de Santa Fe. Juan Avilés, José Zavala y Alfonso Herrera, jefes de las tres líneas de transporte de la ciudad, informan que lo han hecho por “falta de garantías”. Por la noche los permisionarios recuperan las unidades secuestradas.

30 DE NOVIEMBRE
Unas 50 comuneras de Santa Fe vienen a Morelia, con el fin de entrevistarse con el diputado Quintero Larios. Son mujeres de la liga femenil de la CNC. En la entrevista, se les promete ayudar a solucionar los problemas. Durante una Asamblea General en Santa Fe se rechaza una proposición del diputado para lograr la entrevista con el gobernador del estado.

La CNC quiere intervenir y atribuirse la solución a las demandas. Cuando se le expresa al diputado que es ya muy tarde para intervenir, contesta que “apenas se había enterado”.

La Asamblea le pide que la CNC se retracte públicamente de un desplegado con su firma en el que se aseveraba, entre otras cosas, que los comuneros estaban siendo manipulados por comunistas. El diputado lo hace mediante una carta aparecida y distribuida en Santa Fe el 11 de diciembre.

En los días posteriores hubo menos asistencia de comuneros en la parada, pues además de las tareas a realizar para el movimiento ha llegado la hora de cosechar.
Se forman comisiones para ir a pescar, traer leña de los bosques, recoger alimentos, hacer guardias de vigilancia en la parada, etc.

Desde la cárcel municipal, Elpidio Domínguez Castro denuncia que la Policía Judicial del Estado lo ha torturado, a fin de que abandone la dirección comunal.

Samuel Cruz Lara y Flavio Hernández, asesores legales del Instituto Nacional Indigenista, visitan a los presos en la cárcel municipal y les aseguran que el director de esa dependencia apelará ante el gobernador Torres Manzo para que se brinde atención médica a los comuneros heridos y que, en su caso, llevará la petición ante el secretario de Gobernación y el presidente de la República.

Jesús Reyna García, subprocurador de Michoacán, reconoce que existen guardias rurales en el estado, al servicio de particulares. Considera que el conflicto de Santa Fe “data de hace treinta años, cuando un decreto dio titularidad a los campesinos de ese lugar” (¿Un decreto? ¿Hace treinta años?...)

Santa Fe queda sin comunicación telefónica, sin que se den explicaciones del hecho.

1 DE DICIEMBRE
Efrén Contreras Vallejo, procurador general de Justicia de Michoacán declara que en su acusación a los comuneros de Santa Fe actuó “como un simple empleado del gobernador Torres Manzo; en esto no hay nada oculto”. Comenta que “los indígenas p´urhépecha son infantiles e inocentes, pero que están dirigidos por marxistas”.

Alfredo Gálvez Bravo, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Michoacán manifiesta desconocer los fundamentos del auto de formal prisión dictado por el juez García Díaz. Admite, sin embargo, que éste se comunicó con él la noche del fallo, para darle a conocer por anticipado sus términos.

Considera que los campesinos provocaron los hechos de sangre, porque “fueron los primeros, en agredir a pedradas, lo que obligó a los ganaderos a contestar con armas de fuego” (Sólo dos ganaderos de Quiroga se encuentran presos). Agrega también que “no había elementos suficientes” para consignar a seis de los comuneros presos, pero que el juez decidió aceptar en todos sus términos la consignación del Ministerio Público. Reconoce que “no es muy humano tener a dos comuneros heridos con tres balas adentro cada uno desde hace tres días”, sin embargo dice, “no hay otra solución”.

Desde el Hospital Civil de Morelia, los comuneros José Mendoza Ramírez (con una bala en el cuello y dos en las piernas) y Faustino Bautista Gómez (con tres balas en las piernas) se quejan del trato recibido y de las molestias que les causan las balas. El segundo de 60 años, solicita: “No me lleven a la peni, porque me van a torturar”. Los dos se encuentran en calidad de detenidos, bajo vigilancia policiaca, aunque no existe orden de aprehensión contra ellos.

José Antonio Estrada, presidente de la Barra de Abogados de Michoacán, señala que enfrentamientos como el de Santa Fe de la Laguna suceden “porque en más de 60 años la Secretaría de la Reforma Agraria no ha resuelto la situación de millones de campesinos con problemas de tenencia de la tierra”. Afirma que el movimiento había rebasado el aspecto legal, para entrar al político” y que los campesinos están dirigidos por marxistas.

2 DE DICIEMBRE
Dirigentes de los comuneros reclaman al gobernador Torres Manzo “que nos escuche y respete el derecho de la comunidad”.

Es enviada una carta de parte de los presos en Pátzcuaro, dirigida a la Comunidad de Santa Fe, en donde piden a los comuneros que no se confundan y que si la CNC quiere trabajar, acepte lo que diga la Comisión Coordinadora.

3 DE DICIEMBRE
Viene una comisión de católicos de Morelia, para hablar con el sacerdote Mateo Martínez, y pedirle que hable con los campesinos, a fin de que se retiren de La Parada. El padre lo hace durante la misa.

4 DE DICIEMBRE
Toma forma la idea de realizar un tianguis artesanal para el sábado 8 y domingo 9 de diciembre.

Los ganaderos de Quiroga, encabezados por su presidente municipal, ofrecen $25.00 diarios por cabeza de ganado, mientras los comuneros exigen $70.00. Éste es el primer intento de arreglo con Quiroga. La presidenta municipal y el diputado Quintero Larios actúan como recaderos de los ganaderos.

Se va el tiempo en ires y venires de autoridades de Quiroga con la Asamblea General de Santa Fe y con autoridades de gobierno, hasta que se llega a un acuerdo de la Comunidad: que los ganaderos paguen $50.00 por cada cabeza de ganado, diariamente, durante el tiempo que han estado detenidas, que efectúen el pago inmediato de las cuotas atrasadas, que se firme el convenio ante autoridades y que los ganaderos de Quiroga se comprometan a no meter su ganado en los terrenos comunales.

5 DE DICIEMBRE
Se declara huelga de hambre de las vacas, por falta de pastos para su alimentación. Esto obliga a los ganaderos de Quiroga a acelerar los trámites del arreglo. Lo que no logran los comuneros presos que se declararon en huelga de hambre para la solución de las demandas, se obtuvo por el miedo de los ganaderos a que enflaquen sus vacas.

6 DE DICIEMBRE
Los comuneros instalan un tianguis frente al Palacio de Gobierno de Morelia, para vender sin intermediarios sus productos de alfarería. Como represalia por su movimiento, los comerciantes de Quiroga querían pagarles por ellos sólo la mitad de su precio.

Se interrumpe el servicio de transportes foráneos a Santa Fe, porque “los choferes se niegan a hacer parada”.

Jaime Hernández líder estatal del Partido Comunista, señala que el asesor de los comuneros, Efrén Capiz no es militante de ese partido. Agrega: “La implicación política es un fantasma creado por el gobierno estatal, a través de su prensa local, para revivir el espíritu anticomunista, supuestamente desaparecido”. Tanto este líder como Luis Mejía, del Partido Acción Nacional, coinciden en que el problema de Santa Fe es social y no legal.

7 DE DICIEMBRE
Jorge Mendoza Álvarez, oficial mayor del Gobierno del Estado, recibe a los comuneros de Santa Fe. En la reunión, María Villaseñor de Fuentes, presidenta municipal de Quiroga, informa a los comuneros que los ganaderos ofrecen 50 pesos diarios como pago por pastoreo de cada una de las 64 reses que aquellos retienen en su comunidad. (Más tarde, en una asamblea, los comuneros deciden aceptar ese pago, pero condicionan la devolución de los animales al pago de indemnizaciones a los familiares de los comuneros asesinados). El oficial mayor sostiene que si los ganaderos aceptaran pagar la indemnización –75 mil pesos por cada comunero muerto- estarían reconociendo su culpabilidad. Señalan que corresponde al juez definir las responsabilidades y agrega “No quiero engañar a gente humilde, buena e inocente como ustedes; el proceso es largo y no procede una indemnización inmediata como la desean”. Elia Cuiriz Fabián, una de las indígenas más jóvenes del movimiento, responde: “Mira tú, señor licenciado: si no les cobramos las indemnizaciones ahora, los de Quiroga nos van a seguir matando a nuestros maridos y qué nos queda hacer a nosotras las mujeres con nuestros maridos muertos”. Un joven P'urhépecha reclama: “Ya basta de seguirnos tratando como inditos, como seres sin razón. Nosotros también podemos y sabemos pensar. Que no se siga diciendo que gente extraña nos maneja, porque nosotros ya crecimos”.

El defensor legal de los comuneros, Lic. Efrén Capiz Villegas, manifiesta que el problema tiene un aspecto jurídico, pero ante todo un marcado sentido social que el gobierno trata de reducir a policiaco. En este caso, dijo, se trata de conseguir una solución rápida y conciliatoria “antes de que se produzca la sentencia”, ya que hay antecedentes de esto en los archivos penales. Solicita la intermediación del oficial mayor de gobierno. Precisa que “si la intervención de la presidenta municipal de Quiroga ha permitido avanzar en relación al pago de los gastos de atención al ganado detenido, pensamos que la intervención del oficial mayor podría conducirnos a un convenio en cuanto a las indemnizaciones”.

Los comuneros presos en la cárcel de Pátzcuaro deciden levantar su huelga de hambre. “Ha quedado demostrado, dicen, lo poco que importa al gobierno de Torres Manzo la vida de un ser humano, sobre todo cuando es campesino”. Los presos, en una carta mandada a Uno más Uno denuncian la actitud de la prensa local y regional, “que se ha dedicado a distorsionar los hechos, así como a desinformar y confundir a la opinión pública del estado, acusando a los comuneros de Santa Fe de anarquistas, comunistas y subversivos, en una campaña publicitaria que recuerda al macartismo, con la impresión clara de crear una opinión de rechazo, censura y prohibición a la lucha de nuestra comunidad”.

Así mismo, informaron que “el gobernador del estado, Carlos Torres Manzo, se ha negado a dialogar con nosotros, a pesar de tener 18 días de estar permanentemente fuera de Palacio de Gobierno; a pesar de habernos manifestado por las calles de Morelia miles de campesinos, las autoridades han adoptado una actitud de “fieles y rectos impartidores de justicia”, violando en forma sistemática y descarada la ley, al negar asistencia médica a los comuneros que heridos están incomunicados en la cárcel, al dictar auto de formal prisión a los nueve y no a los tres días que marca la ley, al no atender los amparos que protegen algunos detenidos, al olvidar que los comuneros son los agredidos y que no pueden ser tratados en forma igual a sus agresores, los ganaderos de Quiroga”.

Los comuneros deciden en una asamblea, no abandonar el campamento frente a Palacio de Gobierno hasta que sus compañeros presos sean liberados.

Los integrantes del Pacto de Matlazinca (formado por otomíes, matlazincas, tlahuicas, y mazahuas) piden al presidente de la República, a las autoridades del Instituto Nacional Indigenista y al gobernador de Michoacán la libertad de los comuneros de Santa Fe.

Tomás Esquivel, presidente del Consejo Supremo Mazahua y del Pacto, señala al respecto que “el hecho está inscrito dentro de la escalada de agresiones a nivel nacional contra los indígenas”. Parece inconcebible, agrega, “que en pleno centenario del Natalicio de Zapata se siga encarcelando y asesinando a los indígenas por defender sus tierras”. Esto responde, dice, a los mismos motivos “por los que asesinan a los indígenas en Guerrero y Oaxaca y a las tribus Yaquis”.

Se realiza el tianguis artesanal que sirve para vender los productos de alfarería de los comuneros y no tener que llevarla a Quiroga; también hubo venta de alimentos típicos de la comunidad. Mucha gente, música, orden y organización; cooperaron algunos estudiantes de la Universidad.

El domingo se efectúa la cuarta marcha-mitin del movimiento. Se une a la Marcha Nacional por la Amnistía y Contra la Represión, que partió de Sinaloa, llegó a Morelia con contingentes, tanto de gente de Sinaloa como de Nayarit y Jalisco y concluirá en la Marcha Nacional de la Ciudad de México. Fue una movilización de mucha importancia, pues venían universitarios de varias partes del país.

Los compañeros del Taller de Investigaciones de Artes Plásticas hacen dos esculturas que simbolizan a los comuneros muertos el pasado 17 de noviembre. Este hecho causa gran impacto, tanto a la población de Morelia como a los turistas, que se acercan por ahí, a preguntar qué había pasado en Santa Fe de la Laguna.

10 DE DICIEMBRE
Se va la comisión de comuneros y comuneras a la ciudad de México para asistir a la Marcha por la Amnistía y al segundo foro contra la represión. Muchas intervenciones en estos actos se dedican a Santa Fe.

11 DE DICIEMBRE
Delegados de numerosas organizaciones de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala –a la que pertenece el movimiento de comuneros de Santa Fe- acuden a Morelia a ofrecer su solidaridad y apoyo. Se celebra una asamblea, en que los delegados reciben amplia información sobre el conflicto. Junto con representantes de los comuneros se entrevistan con funcionarios del gobierno del estado, para exigir una solución favorable a sus demandas.

12 DE DICIEMBRE
Los comuneros presos rechazan el auxilio legal que les ofrecen abogados de la Confederación Nacional Campesina. “Los manda –dicen- el mismo gobierno que nos explota y humilla. Desde la cárcel, los comuneros exhortan a su comunidad, en un escrito, a continuar en la lucha por rescatar sus tierras y a no abandonar el campamento de protesta que mantienen frente al Palacio de Gobierno “hasta que se nos haga justicia”.

En una asamblea, la comunidad rechaza la gratificación ofrecida por el gobierno a las viudas de los campesinos muertos.

Cuando los comuneros plantean al procurador de Justicia del Estado, Efrén Contreras, que el gobierno no debe armar guardias blancas al servicio de terratenientes, éste responde: “¿pos qué creen que la Judicial los va a recibir a almuadazos?”. En entrevista a la prensa, comenta: “Esos indios son gente buena y humilde, pero mal aconsejada. El que dice que le aplicaron toques ni siquiera conoce el aparatito. Nomás denuncia eso porque la educación lo ha amañado”.

13 DE DICIEMBRE
Se efectúa una carrera de burros frente al Palacio de Gobierno. Estos burros llevaban las iniciales de los nombres de algunas autoridades. Algunos comentan que habría que buscar otras formas de presionar, en vez de estas tan infantiles.

14 DE DICIEMBRE
Se entrega el ganado. Los ganaderos de Quiroga mandan la cantidad de dinero pactada para pagar el mantenimiento del ganado mientras estuvo en Santa Fe, así como el pago de las cuotas atrasadas. La presidenta municipal se lleva el convenio para que lo firmen en Quiroga los ganaderos y en el cual se comprometen a no volver a meter su ganado a terrenos comunales. El convenio no ha regresado. La propia presidenta municipal se encarga de llevar el ganado hasta su población, sin recibir ayuda de los ganaderos.

17 DE DICIEMBRE
Hay un intento de secuestro del licenciado Capiz Villegas por parte de guardias de seguridad. La acción sucede mientras se hacían gestiones para la solución del replanteo de linderos ante la SRA.

19 DE DICIEMBRE
El procurador General de Justicia y el oficial mayor de Gobierno envían informes al gobernador.

El senador michoacano Jesús Luis Escobar y el diputado federal por Quiroga Genovevo Figueroa Zamudio urgen a una pronta solución “en el deplorable conflicto de Santa fe”.

El primero señala que está preocupado por la situación de los indígenas: “Es un problema al que tenemos que darle solución, porque no es privativo de Michoacán, sino de la mayoría de las comunidades del país, cuya situación, en muchos casos, es deplorable”. Agrega: “Los P'urhépecha no deben claudicar a sus derechos. Debe haber una solución a sus demandas, siempre que sea a favor de sus legítimos intereses, no de otros grupos que traten de servirse de los comuneros para capitalizar sus propios fines”. El diputado Figueroa señala que el problema debe ser resuelto “por los causes legales” y elogia a la administración de Torres Manzo, “siempre abierta al diálogo: nunca ha negado a nadie la posibilidad de acercársele y analizar detenidamente los problemas”. Afirma que “los comuneros cometieron el error de tratar de hacerse justicia por sus propias manos, ya que arriaron el ganado, en vez de presentar la demanda respectiva”.

20 DE DICIEMBRE
El gobernador recibe a los comuneros. Les promete atender favorablemente sus demandas –“no de inmediato, para dejar a salvo el principio de autoridad”-, a condición de que cese su acción. Torres Manzo no admite el diálogo y plantea que los comuneros “deben abandonar el Palacio de Gobierno antes de 24 horas”, ya que después de ese plazo “el asunto quedará en manos del gobierno federal, que actúa con mayor rigidez”.

Agrega que “si la represión surge, no será culpa del gobierno del Estado”. Los comuneros le presentan un pliego, denunciando las agresiones que han sufrido y planteando sus demandas, entre las que se encuentra la de garantizar la seguridad de su asesor legal (en la clandestinidad en la ciudad de México), la libertad inmediata de los comuneros presos y la indemnización para las viudas de los muertos. Al negarse al diálogo, el gobernador señala: “Me han ofendido a mí e incluso a mi esposa. Me han llamado asesino y yo no he matado a nadie”. Indica que a ocho meses de terminar su administración quiere “salir con las manos limpias” y que no le preocupa que se manifiesten todas las ideas. Antes de acceder a sus demandas, precisa, “primero arreglemos lo de allá afuera”. Señala que responde por la vida de Capiz, que dará “gratificaciones a las viudas” porque no proceden indemnizaciones y que la liberación de los presos no es posible por el momento. Ofrece también que no se encarcelará a los campesinos heridos. Cuando los comuneros solicitan un documento que exprese los compromisos oficiales, Ausencio Chávez, secretario de Gobierno, señala que “el gobierno tiene calidad moral y ya ha empeñado su palabra”.

-Por la noche, comienzan a llegar a Palacio policías y soldados.
-Se registra una tardía intervención del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), después de que Aguilar Talamantes y el diputado Mejía, de ese partido, se entrevistan con el gobernador. Plantean que los comuneros no hablen con Torres Manzo y presentan por escrito un proyecto de respuestas al pliego petitorio. Es notorio el acuerdo previo entre el PST y el gobierno de Michoacán.

Por la noche, la Asamblea General de Comuneros cuestiona la participación del PST y se les pide a los representantes de ese partido que se retiren de la Asamblea. Se informa a toda la comunidad sobre la plática con el gobernador y se hace un análisis sobre las posibilidades reales de seguir en La Parada, haciéndose un balance de lo logrado hasta ese momento. Se pasa a votación de la Asamblea la continuación de la parada; la contestación es afirmativa y los campesinos regresan a Morelia.

21 DE DICIEMBRE
Los comuneros deciden levantar el campamento “sin que ello signifique claudicación del movimiento”.

25 DE DICIEMBRE
El gobierno de Michoacán entrega a las viudas de los comuneros muertos “gratificaciones” –no indemnizaciones- de 75 mil pesos por cada uno.

Las mujeres de Santa Fe renuncian en masa a la Liga de Comunidades Agrarias, “porque en nuestros momentos de mayor angustia pretendió dividirnos”. Crean la Unión de Comuneras y se integran al Consejo de los Ocho Barrios, para “cerrar filas con los varones en defensa de la comunidad, ahora más amenazada que nunca”.

Efrén Contreras, procurador de justicia, advierte que se acreditará el delito de sedición al asesor legal de los comuneros, porque los “indujo a hacerse justicia con su propia mano para crear un mayor problema”. Señala que “ese seudolíder ha considerado que el conflicto es debido a la desarticulación del gobierno”. Asegura tener en su poder declaraciones de los comuneros presos en las que manifiestan “que ni siquiera saben el nombre (de Capiz)”. Precisa que “fueron reticentes en señalar a Capiz como principal instigador del problema”. En un documento para el gobernador, Efrén Contreras acepta los derechos de los P'urhépecha y reconoce el buen planteamiento jurídico de Efrén Capiz, aunque insiste en acusarlo de sedición.

Los comuneros consideran que la acción gubernamental –con la entrega de “gratificaciones”- reduce sus demandas a una simple “caridad oficial”, equivalente a “dar alas a los alacranes, y con la cual se empeorarán las cosas”.

27 DE DICIEMBRE
Efrén Contreras ordena la confinación, a los separos de la policía judicial, de Fortino Bautista y José Mendoza que se encontraban en el hospital civil.

Hiram Ballesteros y Rafael Morelos, los médicos que atendieron a los comuneros, consideran que su estado de salud –sobre todo el de Mendoza- es delicado y requiere un tratamiento especial que no podría dársele en ningún reclusorio.

Los comuneros señalan que la decisión del procurador “muestra su odio hacia los indígenas y representa una descarada rebeldía ante el gobernador” (que había prometido no encarcelar a los comuneros). Posteriormente, anuncian un encuentro para el día 20 de enero, en el cual “se decidirá lo que debemos hacer frente a un gobierno que sólo nos engaña y nos humilla”.

28 DE DICIEMBRE
Quedan en libertad los comuneros heridos.
Ausencio Chávez Hernández, secretario de Gobierno, asegura que “autoridades menores malinterpretaron la disposición del gobernador, en ausencia del licenciado Contreras”.

Los ganaderos de Quiroga volvieron a ultrajar a las comuneras de Santa Fe.
Los comuneros denuncian, en una asamblea, que les fue robado su rastrojo y que en territorio comunal sembraron forraje vecinos de Quiroga.

2 DE ENERO
Desde la cárcel de Pátzcuaro, los comuneros presos denuncian por escrito, ante el juez Mario García Díaz, que están siendo objeto de atentados. Le solicitan también que levante la incomunicación en que se encuentran, a fin de que sus familiares puedan proporcionarles alimentos “de mano a mano”, para evitar así la ingestión de los que reciben en la cárcel, “que contiene veneno”.

PRIMERA QUINCENA DE ENERO
Los comuneros se concentran en el análisis de su situación y en la organización de su Cuarto Encuentro Campesino.

19 Y 20 DE ENERO
Se celebra el Encuentro en Santa Fe de la Laguna. El documento de conclusiones, leído y aprobado en sesión final, contiene entre otros puntos, los siguientes:

Análisis del Movimiento de la Comunidad Indígena de Santa Fe de la Laguna.
Con base en el documento presentado por la Unión, que se anexa a esta acta, en el cual se describe la historia y características del movimiento, y de acuerdo con las intervenciones de los participantes, se llegó a la conclusión de que el movimiento permitió ganar en experiencia y organización. La Coordinadora hizo suyas las conclusiones de la Comunidad, expuestas en los siguientes términos:

“Hemos ganado en experiencia; hemos ganado en organización; hemos ganado conociendo nuestras fuerzas y debilidades; hemos ganado conociendo al enemigo, conociendo las formas inadecuadas en que se pretenden resolver los problemas, conociendo la forma en que debemos enfrentarnos a las fuerzas dl estado que nos atacan y oprimen”.

“Hemos aprendido que la única forma de luchar y vencer contra los que nos despojan de las tierras, contra los que nos oprimen, contra los que nos explotan, es organizándonos”.

Experiencias de la participación de la mujer en la lucha por la tierra.
Con base en sus discusiones y análisis, los participantes acordaron decir NO a la discriminación de las mujeres campesinas, que son compañeras de la explotación y compañeras en la lucha por la liberación.

Como consecuencia del movimiento de la Comunidad Indígena de Santa Fe de la Laguna aquí “las comuneras no serán, nunca más, indiferentes a las presiones que comparten con los comuneros. Sienten la necesidad de luchar junto al comunero, son compañeras que no solo han participado con voz y voto en las asambleas sino que se han organizado en una unión de comuneras”.

La Coordinadora considera que esta conclusión de la Unión de Comuneros Emiliano Zapata de Michoacán corresponde también a la experiencia de las organizaciones que la forman y hace suyas esas conclusiones.

Fue de verse la fiesta popular con la que terminó el Encuentro. El entusiasmo de la gente se desbordaba por las calles y en la plaza. “Mire, decía uno; lo que pasa es que estamos estrenando todo. Sabemos que $75,000.00 no pagan la vida de un hombre. Pero lo importante es que por primera vez el crimen no quedó totalmente impune. Es sólo un ejemplo de lo que todo esto significa para nosotros. Nuestra vida ya no será igual”.

Con la luz de los faros de varios automóviles se entregó al pueblo el mural que los propios comuneros, coordinados por el Taller de Investigaciones plásticas de Morelia, (TIP) pintaron sobre una barda de la plaza principal. Una vez más, se habló primero en P'urhépecha, repitiendo ese estilo del Encuentro, que pudo haberse realizado en español, porque casi todos conocían este idioma, pero que por una razón de principio se realizó en P'urhépecha, traduciéndose después, para beneficio de los invitados que sólo hablaban español, a esta lengua. El mural tiene al centro a un Zapata encarcelado, cuya figura desborda los barrotes y se va extendiendo hacia el infinito, sobre figuras que representan la historia del movimiento.

Se comió a placer tamales, atole, charales. Era cosa de no acabar nunca. Todos querían estar en todas partes y compartirse la alegría retratada en las caras. Ya noche, fueron tomando el camino de sus casas.


Mural: “Esta comunidad ha dicho Basta”, 1980 (actualmente destruido). Técnica: Vinil-acrílica/ aplanado rústico Medidas: 2.80 X 68.00 m Sitio: Muro exterior en el atrio de Santa Fe de la Laguna, Michoacán. Autor: José Luis Soto González. (TIP).
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* Un escrito de Gustavo Esteva. La Cultura en México/ Suplemento de SIEMPRE!. Abril 30,1980. No 945.

* Este texto fue armado con material elaborado por la Comunidad Indígena de Santa Fe de la Laguna y por sus grupos de apoyo y con entrevistas directas. Se basó también en el material publicado por Uno más Uno, cuyos reporteros Víctor Avilés y Luis Murillo del Razo cubrieron las diversas fases del movimiento con extraordinario profesionalismo.