El siguiente texto es una entrevista de Rene Carrasco (Harvard University) a Jurhamuti José Velázquez joven p’urhépecha originario de la comunidad de Cherán, Michoacán, en México. Recientemente el habló en la 4th Conference on Ethnicity, Race, and Indigenous Peoples in Latin America and the Caribbean realizada en Virginia Commonwealth University. Fue la primera ocasión que visitó los Estados Unidos de Norteamérica; aquí nos comparte de su experiencia.

¿Qué significa ser indígena?
Primero, voy a tomar en cuenta la palabra de mis padres, todas las personas tenemos un origen yo soy p'urhépecha, mi familia me inculcó que antes de ser indígena, me asumo como p'urhépecha.. En segundo lugar, significa tener descendencia ancestral cimentada en las raíces culturales. En tercer lugar, creo que ser p’urhépecha tendría que ver con la adscripción a un territorio que articula la pertenencia a un espacio físico y simbólico; donde los dispositivos identitarios entran en función. Debo decir que el sector indígena en México ha permanecido más de 500 años en defensa, los pueblos mexicanos mantienen su pensamiento ancestral, su lengua materna, sus propias instituciones, las formas tradicionales de gobierno y justicia. A pesar de estar ante la globalidad defendemos nuestro origen, los jóvenes indígenas tenemos las mismas habilidades y capacidades que las personas no indígenas, más allá del folklore mantenemos nuestra filosofía de vida p´urhépecha.



¿Cuál ha sido tu formación académica?
Mi formación no solo ocurrió en la escuela, los abuelos son la primera institución de educación los espacios familiares y la comunidad transiten un conocimiento complementario al escolar. En cuanto a la educación formal curse la primaria en una escuela indígena bilingüe, sin embargo no recibí una educación verdadera en mi lengua madre: esta fue solamente en español. Durante las siguientes etapas de formación observe a muchos amigos dejar el salón de clases y la mochila para ir se al norte, muchos migraron a EE.UU. con la finalidad de buscar mejores condiciones económicas junto a su familia. El tema de la migración indígena a este país es una historia más amplia, pero importante de estudiar por los factores de la transculturación y en la salud mental de las personas. La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en México es mi aula mater, ahí encontré el andamiaje de profesores e investigadores que han tomado rumbo en mi profesión, soy psicólogo y actualmente trabajo en el área clínica, sin embargo, mantengo un firme gusto por la investigación en comunidades indígenas, mi interés está centrado en tres áreas específicas: los contextos socializadores de aprendizaje, las pautas de crianza de los hijos y la participación infantil en los movimientos sociales indígenas de México. En la investigación encontré un medio de reciprocidad con mi gente, mantengo el compromiso de poder devolver lo que mi comunidad y el sector indígena me ha otorgado desde mi niñez.

¿Ha realizado algunas publicaciones en revistas Norteamericanas, puedes hablar de alguno de tus aportes?
Uno de los primeros artículos fue Parankuecha, Dialogues and Learning: The Fireplaces of Cheran as Communitary Educational Praxis, en aquel texto escribí acerca del movimiento social que ocurrió el 15 de abril de 2011 en mi comunidad, este acontecimiento tuvo tres efectos inminentes: la participación de casi toda la comunidad en la defensa del territorio, la autonomía y el retorno a sistemas de organización tradicionales p’urhépecha. En este trabajo realice un análisis acerca del surgimiento de las fogatas como espacio de diálogo y de aprendizaje, para nosotros los p’urhépecha el fuego representa una institución de dialogo intergeneracional y las enseñanza de la fogata dan la apunta a cuestionar la educación que recibimos los indígenas, a veces muy ajena a la vida comunal. El fuego en la parankua permitió a mi comunidad encontrar la unidad para hacer frente a la crisis de inseguridad y miedo producto de la llegada de los grupos criminales a territorios indígenas en Michoacán. Precisamente en la fogata surgió la idea de realizar un taller con niños y padres para como una forma de contrarrestar la tensión en la comunidad, existía un clima de tensión máxima e incertidumbre, recuerdo que algunas mujeres y niños presentaban crisis de ansiedad. Documentar el proceso social de Cherán durante el movimiento relacionado con la defensa del territorio fue uno de los primeros resultados, por otra parte también se logró analizar el taller como una práctica de educación comunitaria donde el conocimiento se construye en la observación y en la participación bajo un contexto eminentemente político.

Esta publicación dio la posibilidad de visibilizar el aporte de las generaciones más jóvenes de la comunidad de Cherán; más allá del protagonismo de los adultos en los movimientos sociales, es fundamental reconocer que los niños también adoptan la bandera de lucha. La infancia es una etapa de formación y socialización del lenguaje, la cultura y la política, solo por mencionar ciertos elementos, que se internalizan en el pensamiento de cada sujeto. La dinámica de participación en contexto así, es guidada por los padres, pero también los niños adquieren una serie de capacidades para proteger y reconocer su territorio.


¿Qué aporta la academia a las comunidades indígenas?
Creo que la parte académica y la vida en la comunidad están estrechamente unidas, Cherán es ahora un referente de la autonomía indígena en México que emprendido procesos jurídicos por el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. Los especialistas en materia afirman que la misma Oficina Internacional del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas calificó en su informe de actividades del 2011 este caso como uno de los más exitosos en la salvaguarda de los derechos humanos de los pueblos indígenas a nivel global. Los aportes desde los estudios dependen de la línea y el enfoque del investigador, existen activistas que desde sus investigaciones emplean la justicia social y aportan a visibilizar los conflictos por los que atraviesan los pueblos originarios.

¿Cuál fue tu experiencia en la Cuarta Conferencia sobre Etnicidad, Raza y Pueblos Indígenas en América Latina y el Caribe?
En efecto esta fue la primera visita a Norteamérica, mi viaje fue producto de algo que los p’urhépecha nombramos jarhojpékua o ayuda solidaria, es mi deber agradecer, porque fue un logro colectivo. En cuanto al objetivo académico, este se cumplió tuve la posibilidad de establecer dialogo con investigadores de otras partes de Latinoamérica que también realizan aportaciones eminentemente más justas. Este es un camino de aprendizajes, el evento se caracteriza por reunir a los investigadores más importantes en materia de pueblos indígenas. Es un orgullo para mí poder alcanzar plataformas como ERIP-LASA(1), además de conocer la Universidad Commonwealth de Virginia. Es necesario destacar que para el año 2017, la 5ta. Conferencia sobre Etnicidad, Raza y Pueblos Indígenas en América Latina y el Caribe, se realizará en Michoacán, esta será la ocasión para que nuevas investigaciones provoquen reflexiones, debates y potencialicen cambios principalmente para el sector indígena.



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(1) Enlaces.
LASA - "Etnicidad, Raza y Pueblos Indígenas": http://lasa.international.pitt.edu/esp/
ERIP - "Asociación de estudios Latinoamericanos": http://www.ethnicityrace.org/syllabi/index_es.php