En la comunidad de Santa Fe de la Laguna, del municipio de Quiroga, Michoacán, el pasado 10 de mayo de 2015, al parecer y como se suscitan los hechos, los tres niveles de gobierno comunal extralimitan sus funciones y participan moral y físicamente en la destrucción y quema de una iglesia de origen cristiana, en vez de atender otras demandas que deben ser mucho mas necesarios y de interés para toda la comunidad y su forma de gobierno.

Hoy en pleno siglo XXI, y a una escasa semana en que la comunidad hermana de Santa Cruz Tanaco elige a sus nuevas autoridades comunales, bajo los usos y costumbres del Pueblo P’urhépecha y sin la participación de partidos políticos, las autoridades de la comunidad de Santa Fe se prestan y participan activamente en tratar de imponer a la iglesia católica como única iglesia e inclusive de manera similar en cómo llegaron los españoles allá por el siglo XVI desde que violentaron a nuestras comunidades indígenas al imponer una nueva religión destruyendo nuestra creencia, cultura, templos y edificaciones prehispánicas y en ese entonces hasta violando nuestras mujeres y por supuesto asesinando…

En esta página normalmente nos dedicamos solamente a las cuestiones culturales, pero nos llega un pequeño escrito a la redacción y nos piden de favor que se le de difusión para que en un futuro no se repita un hecho similar en esta comunidad u otras comunidades vecinas. Trasmitimos el mensaje tal cual se recibió y que cada quien haga sus conclusiones...

La iglesia que destruyeron de manera arbitraria, lleva por nombre “Iglesia Apostólica en Cristo Jesus”, se ubicaba en el Barrio de San Juan Tátsepani, en un área de nombre Jarhúkuteni, muy cerca de un sitio de nombre xórhekuarhu.

La persona que nos envía por correo electrónico el escrito siguiente y las imágenes que acompañan este mismo, prefiere quedar en el anonimato por protección del mismo y su familia:

“Supimos por personas de la misma iglesia que el barrio de San Juan, los encargados de este barrio en particular, convocó a una reunión de barrio en el mismo y en el cual llegaron al “acuerdo” de parar las obras de construcción de la iglesia cristiana, y la de hacer una consulta al resto de los 8 barrios que conforma la comunidad de Santa Fe. Hasta donde supimos es que varios barrios se opusieron a que se invadiera y destruyera esta iglesia en cuestión.

Es cierto que hacía apenas un par de días los encargados del barrio de San Juan habían venido a decirnos e indicarnos que paráramos las obras de la construcción de la iglesia y que en una asamblea general nos iban a dar un espacio para nosotros justificar el establecimiento de la iglesia, no hubo Asamblea General y por el contrario ni ellos como autoridades respetaron su propio acuerdo. Nosotros sabemos de antemano que la máxima autoridad es la Asamblea General, y es el medio en el que las decisiones y consulta de los barrios deben de discutirse y en su caso llegar a un acuerdo. Hace mucho que no hay una Asamblea General, por lo tanto no fue decisión “del pueblo” para que los tres niveles de gobierno comunal irrumpieran y violentaran la iglesia cristiana, con la ayuda de los encargados de los ocho barrios y un nutrido de comeros que acompañaron hacer esta intromisión fuera de la ley a la iglesia.

La iglesia en mención no es nueva en la comunidad, ya lleva varios años que tiene presencia en la comunidad, inclusive hay otra iglesia en el barrio de San Pedro uno, kalakua, mismo que también han amenazado con ir este domingo a destruirlo también.

La presencia de este tipo de iglesia es por supuesto muy beneficioso para el mismo pueblo, puesto que se fomentan valores familiares y buenas costumbres. Es a beneficio de los jóvenes y gente de todas las edades puesto que se habla a parte de la palabra de Dios, pero también sobre el tabaquismo y alcoholismo y otros vicios que mucho está afectando a la comunidad.

Se sabe también que ya desde hace varios meses también ya existen círculos de estudio permanente de la biblia dentro de la misma iglesia católica de esta misma comunidad, el nombre del grupo católico es CEBHYM, pero pues ahí sí las autoridades no han ido a molestarlos ni quemarles su sitio de estudio, aun de que ellos están haciendo exactamente lo mismo; estudiando la biblia, la misma biblia, el mismo Cristo Jesús, el mismo Dios.

Es inadmisible que en estos tiempos las personas no tengan los más mínimos derechos, libertades y garantías individuales. Que podamos libremente elegir libremente a qué partido político pertenecer, inclusive el derecho a la libertad de elección sexual de cada individuo. En México y haciendo uso del artículo 24 de Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dicta que, “Todo hombre es libre para profesar la creencia religiosa que más le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos de culto respectivo, en los templos o en su domicilio particular, siempre que no constituya un delito o falta penada por la ley”. En esta comunidad Purépecha no se respetaron los pasos y métodos tradicionales que deben de seguir las autoridades comunales para hacer valer los derechos fundamentales de cualquier comunera o comunero.

Todo sucedió un domingo 10 de mayo de 2015, la iglesia estaba realizando el servicio religioso, a las afueras estaba un grupo de niños y niñas junto con una maestra haciendo sus estudios correspondientes a su edad. La maestra se percata de que se acerca un grupo nutrido de gente a la iglesia, ella deduce que algo malo está por suceder, se levanta y da aviso al pastor de la iglesia al interior de la choza que fungía como centro de estudio de la biblia. El pastor inmediatamente deja de predicar la palabra y cambia su plática para poner a salvo a la gente que ahí se encontraba. Desde un principio el pastor le pide a la gente que ahí se encontraba que por favor en ningún momento cayeran en provocación y que por todos los medios evitaran enfrentamientos violentos. El grupo de gentes que llegó de manera violenta empieza a operar la maquinaria pesada que llevaron consigo, un trascabo propiedad de la comunidad de Santa Fe, la gente se espanta, los niños lloran y le piden al Felix (Felix Pérez Gaspar), que por favor no les destruyen la casa, Felix en cambio abaláncela la maquinaria y a punta de palabras altamente groseras les grita a los niños y les dice que se alejen porque si no los aplastará a ellos también. Una mujer de la iglesia y de la tercera edad se desmaya, algunas mujeres la atienden. En lo que esto sucede, otro grupo de personas comienza a rociar combustible a las chozas de madera y cartón, es claro que lo que se disponen es a quemar todo, algunos desesperadamente intentan rescatar algunas cosas de valor dentro de las edificaciones, se oye una fuerte explosión, es gasolina por el modo en que comienza el fuego, todos corren desesperados a ponerse a salvo, hay quemaduras de primer grado algunos que siguen rescatando pertenencias, todo sucede en cuestión de minutos, y lo que se construyó de muchos años y con sacrificio de todas y todos los de la iglesia … queda reducido en cenizas.

A pesar de todo, el pastor de la iglesia, Ángel Gutierrez Bermudez, no pierde la calma y trata de todas las formas de que las autoridades entren en razón. Cheto, Aristeo Huacuz, inclusive abogado de profesión se avienta encima del pastor en repetidas ocasiones tratando de golpear al pastor físicamente, lo agrede verbalmente haciendo uso de su lenguaje florido con muchas palabras altisonantes.

Hay coraje, frustración y tristeza ante estos hechos violentos, y afortunadamente no hay vidas que lamentar. Los daños que se han causado son grandes, no solo materiales, si no que los niños y niñas ahí presentes quedaron con daños psicológicos, muchos de ellos todavía despiertan en las noches y gritan que nos los quemen. Y a pesar de que ya han pasado varios días mucha gente y más particularmente las mujeres no paran de llorar y estar con tremenda tristeza…

Pedimos de favor a esta página Purhépecha que nos hagan favor de transmitir este escrito, imágenes y el video que se alcanzó a filmar con el uso de teléfonos celulares, y es que hasta el momento ningún medio informativo ha sido capaz de hacer un reportaje y de una u otra forma denunciar en parte los hechos tan lamentables ocurridos el fin de semana pasada. Sabemos que esta nota no es algo en relación a lo que ustedes comparten en su generalidad, pero sabemos también que ustedes son un medio de comunicación de nuestros pueblos de Michoacán, y esperamos que por favor se haga público lo sucedido. Si algún otro medio informativo local, nacional u otro, a partir de este escrito, quiere retrasmitir esta información está en su derecho y libertad de hacerlo.”

Hasta aquí llega el escrito recibido, y esta página y sus administradores se deslindan totalmente de los hechos, consecuencias particulares o comunales y resultados del mismo. Tan solo nos enfocamos en ser y seguir siendo un medio de comunicación sin dar censura a ningún grupo, persona física y/o de cualquier comunidad P’urhépecha. En otras ocasiones nos ha dado mucho gusto recibir y dar difusión a comunicados y escritos de las autoridades de esta misma comunidad de Ueámuo. Lo dejamos a su consideración y discreción.