Kurhikuaeri k'uinchekua;

En tiempos modernos, poco a poco nuestro Pueblo P'urhépecha va despertando a una verdad que se nos ha ocultado por cientos de años.

Esta, nuestra kurhíkuaeri k'uínchekua mas que nada es un modo de recordar y honrar
con respeto a la tanta gente que murió por nuestro pueblo. Recordando a los que enfrentaron los golpes, las heridas, las lagrimas derramadas, recordando a nuestros guerreros y guerreras que dieron sus vidas defendiendo nuestro pueblo y nuestras tierras de origen. Los que hicieron todo por poder sacarnos adelante, solo por ellos estamos aquí nosotros los de hoy. Recordando lo que hicieron por nosotros y echándole ganas a seguir trabajando, valorando nuestra tradición indígena, valorando las acciones de nuestros antepasados, demostrando que lo que hicieron por nosotros no fue en vano, recordando sus enseñanzas, para también poder re-aprender mucho de lo que nuestros antepasados protegieron con su corazón y nos lo quisieron heredar.

Este fuego que encendemos ha estado con nosotros por siempre. Este fuego que encendemos en esta celebración/ceremonia, más que nada lo hacemos para poder entrar en conexión con nuestros antepasados, para que nos sigan guiando y cuidando en nuestro caminar en este mundo que llega a ser muy peligroso, al igual que conectarnos con la raíz de vida juchari kuerájperi y todos sus aspectos. En esta celebración/ceremonia, en cierta forma el fuego también simboliza esa chispa de vida que va creciendo al despertar nuestra gente el día de hoy, despertando hacia una verdad que nos seguirá dando aliento para seguir los pasos de nuestros tata k'ericha, para no estar perdidos.

Vamos recobrando mucho de lo que se nos destruyó en tiempos pasados por medio de discriminación, ignorancia, ciertas culturas, religiones, y pensamientos ajenos que no supieron respetar el valor de nuestra cultura indígena. Ahora muchos podemos decir con valor y orgullo Soy indígena, soy P’urhépecha eso es lo mío y nadie me lo puede quitar. Es mentira que somos ignorantes, es mentira que somos pobres, es mentira que somos sucios, es mentira que somos débiles. Pues nuestros antepasados dejaron muy claro la importancia de nuestra cultura por medio de nuestros templos sagrados, nuestras Iakataecha que siguen de pie al igual que nuestra lengua y nuestras tradiciones. Valemos lo mismo que cualquier otra cultura del mundo, y merecemos seguir existiendo con todo y nuestra filosofía y espiritualidad original. Por más que intenten, y por más que algunos de nosotros caigamos engañados por la sociedad que nos oprime, nuestra cultura nunca morirá pues somos descendientes de los mismos P’urhépecha que pelearon por nuestro pueblo para que no nos aniquilaran por completo.

Nuestros abuelos nos heredaron más que una lengua y una forma de vestir, también nos heredaron una cosmovisión y espiritualidad que es milenaria y original nuestras tierras. Mucho de ello ahora suele no existir o estar distorsionado. Y tal vez sea difícil recobrar ciertas ceremonias y festividades antiguas, tal vez nos equivoquemos en el intento. Pero nuestros ancestros conocen bien nuestras intenciones, y confiando en ellos los k'ericha que nos dieron todo, por medio de ellos podremos recobrar todo lo que se nos arrebató anteriormente.

Jimbosiksi jaka ia jucha
ka isï jimbosiksi uinháchapani
arhiesinga ¡juchaeri uinhapekua!















































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Fuente:
Facebook.com/pages/Orgullo-Purh%C3%A9pecha-Purh%C3%A9ngiticha-Purh%C3%A9pecha-Pride/277539908924612