ISLA DE JANITZIO

La diestra en lo alto,
a tu gloria exalto,
el puño en el cielo,
buscando un anhelo.

Isla de Janitzio
de la paz resquicio,
cabello de elote,
el lago tu escote.

Lugar de unos cuantos,
algunos muy santos,
de sangre lacustre,
territorio ilustre.

De Pátzcuaro orgullo,
Michoacán es tuyo,
México y el mundo
te siguen el rumbo.

Estás presente en la mente
del viajero, de la gente,
Jarácuaro y Urandén,
no sienten por ti desdén.

¡Porque engrandeces el sitio!,
porque estás desde el principio
al centro de la región
y en turismo eres bastión.

Desde arriba patos,
que vuelan muy gratos,
me dan bienvenida
hasta mi partida.

Te miro junto a Tecuena,
donde quise a mi morena,
bella Yunuen y Pacanda,
a esa virgen una manda.

Tu acuático lirio
querer con delirio,
como terso anzuelo
para un desconsuelo.

Mariposas redes,
quedo a sus mercedes,
mi enamoramiento
hasta el firmamento.

La barca se mece,
el verte enternece,
en el frente el faro
y un lecho preclaro.

Las boyas me guían,
pues en mí confían,
hacia vida aislada
por agua rodeada.

Cintilan las luces
de tu alrededor,
la corte de peces
se forma en tu honor.

Pescado blanco, te encuentras
en peligro de extinción,
no te vayas, por lo mientras,
te rezaré una oración.

Autoridad competente,
legisla con rapidez,
se nos muere lentamente,
a ese oro no des revés.

Janitzio y montañas,
canto a sus hazañas,
bóveda celeste,
firmamento agreste.

De plata es la luna,
con figura de uña,
que, como ninguna,
tu destino acuña.

En comercio y pesca;
gente pintoresca,
amable, agradable,
¡que su casta hable!

Purépecha idioma
que el oído aroma,
lengua cantarina
que la voz afina.

Son blancas tus casas,
algunas grisáceas,
rojizas sus tejas,
focos candilejas.

Todo hermano visitante
se enamora en un instante,
de tus lindos rinconcitos,
de tus oleajes bonitos.

Cualquier alma apasionada
busca en ti cordial posada,
tierno amor a la medida
que no tenga despedida.

Muchas fiestas,
baile, orquestas,
la comida ni se diga,
¡Jesucristo te bendiga!

En noviembre, día de muertos,
brillan tumbas, frescos huertos,
redimidos corazones
con latidos de ilusiones.

Te llevo en mi pensamiento,
te lo juro que ya siento . . .
la ilusión de ver a Dios
antes de decir . . . ¡adiós!

__________________
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Isla de Janitzio, Michoacán, 02 de noviembre del 2010.
Reg. INDAUTOR No. 03-2011-041513462700-01
"...Por este conducto quisiera ser énfasis de las palabras de Tata Victoriano Cruz, en el sentido de HACER VALER, POR SOBRE TODAS LAS COSAS, ESE SU BELLISIMO IDIOMA PURÉPECHA (SU LENGUA MATERNA). Así, en una muy pobre aportación personal, muy llorada y poco oída, les hago partícipes de unos breves versos muy sentidos: “ISLA DE JANITZIO”.


Fotografía de la lente de: Pablo Servín Mendoza