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El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) emitió este jueves una negativa oficial para explicar a los medios informativos el contenido, características y objetivos del nuevo museo que se construye actualmente en la zona arqueológica del municipio de Tzintzuntzan. La delegación Michoacán de esa dependencia sólo informó que la directiva nacional “enviará un comunicado” sin precisar fecha.

La postura surgió al cancelarse la entrevista que este diario solicitó a la delegada del INAH en Michoacán, Lizbeth Aguilera Garibay, y que se realizaría a las 11 horas de este jueves, pues el subdirector del mismo organismo, Carlos Galván, informó que la dirección general de la dependencia, con sede en la ciudad de México, prohibió hacer comentarios a los trabajadores en torno a la construcción que actualmente se levanta en el perímetro de las yácatas prehispánicas del municipio de Tzintzuntzan.

¿Megamuseo, oficinas o centro de exhibición?

Arturo Oliveros, antropólogo e investigador al servicio del propio INAH, explicó en entrevista con La Jornada Michoacán que el proyecto en disputa es un “megamuseo” cuya edificación afecta los elementos estrucruturales de las yácatas, además de que el origen de esas construcciones prehispánicas y su papel como capital de la cultura purépecha “presupone que se trata del lugar de mayor monumentalidad e importancia arqueológica, y por lo tanto, estaría limitado a labores de investigación, conservación y difusión del patrimonio arqueológico”.

En contraste, una visita realizada por este diario al sitio arqueológico, antes de que surgiera la prohibición del INAH para que sus colaboradores hicieran declaraciones a la prensa, permitió que uno de los arquitectos encargados de la obra, Julio Ibarra, explicara que el nuevo inmueble sólo ocupará un espacio de 40 por 50 metros cuadrados, insuficiente para levantar un megamuseo, aunque también es un espacio demasiado amplio para adecuar oficinas administrativas, como lo informó el propio INAH en su Programa de Obra Pública 2012 en el que señala que la “solicitud de los trabajos” le fue enviada para realizar una “construcción del módulo de servicios” y que el “uso y tipo de inmueble” será como “áreas administrativas de la zona arqueológica” con un costo de 5 millones de pesos.

Durante la entrevista con el arquitecto surgió una contradicción más, pues refirió que “se están haciendo trabajos de liberación de estructuras, sobre todo para la conservación de las construcciones arqueológicas”.
La información vertida por el INAH desde sus oficinas centrales para cumplir con una obligación de transparencia, señala que los trabajos en cuestión tendrían un ritmo de inversión de un millón 500 mil pesos en el mes de febrero de este año; un millón en marzo; 700 mil pesos en abril y mayo, respectivamente; 500 mil en junio; 300 mil en julio; 200 mil pesos en agosto y 100 mil en septiembre, para dar un total de 5 millones de pesos como inversión total, aunque las posturas de los inconformes y el trabajo hecho por este diario descartan que se construyan oficinas administrativas, como lo señala el programa de inversión anual, sino que el dinero se destina a la construcción de un museo de sitio, como lo confirma la entrevista con el arquitecto.

“Las características de las edificaciones que tenemos ameritaban implementar un poco más de infraestructura para una mejor atención al visitante y un mejor entendimiento del sitio como tal; en ese sentido, se está llevando a cabo la construcción de un museo de sitio en el cual se pretende exponer piezas arqueológicas tanto de Tzintzuntzan como de la región. Las medidas exactas no las tengo, pero abarca una extensión aproximada de 40 por 50 metros cuadrados”.

¿Hasta dónde es verídico que estos trabajos pueden afectar las construcciones prehispánicas?
–En ningún momento, porque la metodología para construir en las cercanías de una estructura arqueológica es que primero se hace un rescate en el cual se documenta el vestigio arqueológico; una vez que se documenta con fotografías, planos y demás, se dictamina la factibilidad de la construcción cercana, y al determinarse que no hay daño se procede a la construcción.

¿Hasta qué punto llega a ser una intervención el hecho de construir un edificio con características distintas en un sitio como éste?
– Se hace un estudio previo y son muchos factores los que se involucran para determinar la fatibilidad, desde la reconstrucción histórica y la intervención de la imagen visual del sitio hasta la ganancia en espacios en cuanto a infraestructura. En realidad todos los sitios declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO tienen edificaciones construidas en las cercanías y sobre las zonas arqueológicas como tal. En este caso, lo que se hace es afectar lo menos posible: se hizo un estudio sobre las condiciones para colocar cimentación y no se afectó en nada a los elementos, más bien se dotó de una superficie de amortiguamiento para el edificio con la cual no se afecta la parte histórica.

Desvinculación

La delegada del INAH en Michoacán debió cancelar su entrevista con este diario por indicaciones superiores, lo que ofrece una imagen de alta dependencia y falta de movilidad del INAH Michoacán con respecto de las oficinas centrales.

Ese fenómeno se traduce en que el INAH se ha convertido en una de las instancias federales con mayores conflictos entre su directiva y los trabajadores, como lo ejemplifica la reciente toma del Museo Nacional de Antropología e Historia, en la ciudad de México, por académicos que gozan de derechos sindicales, quienes como acto de protesta cancelaron el cobro de acceso a la ciudadanía y exigieron al titular de la Secretaría de Educación Pública, José Angel Córdova Villalobos, de quien depende el INAH, modificar los trabajos implementados en Tzintzuntzan y el Fuerte de Guadalupe, en Puebla, entre otros, bajo el argumento de que el INAH impulsa acciones que tienen como objetivo obtener un mayor lucro de los tesoros inmuebles nacionales por medio de espectáculos que desvirtúan su contenido y dañan sus elementos estructurales de forma deliberada.

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Fuente: Érick Alba. Periódico "La Jornada de Michoacán".