Por: Martín Equihua Equihua.

Nurío, municipio de Paracho, Michoacán, 4 de junio.- Cientos de personas acudieron a despedir a Juan Chávez, líder social que luchó por el reconocimiento, ejercicio y defensa de los derechos de los pueblos indígenas.

Después de una misa de cuerpo presente, oficiada por el párroco y luchador social de mil batallas, Francisco Martínez Gracián, el cuerpo del accidentado Juan Chávez recorrió el tramo entre la Jefatura de Tenencia y el panteón, entre disparos de armas de fuego y pirekuas.

Los saludos llegaron de todas partes, desde Alemania hasta la tribu yaqui, la que pidió se considerara en su pueblo, que mientras que Juan no estaba con su gente, era porque en esos tiempos acompañaba a otras almas igualmente sedientas de justicia y libertad en otros escenarios del México profundo y del mundo.

En la plaza del pueblo se brindó el último homenaje, con bandera a media asta, moños negros y una lluvia de discursos que recordaron las bondades organizativas y éticas del fallecido.

Entre la concurrencia, además de su pueblo que siempre supo que Juan se iba lejos de por sí, estuvieron connotados promotores de la Cultura Purépecha, como Irineo Rojas y la voz angelical de Rocío Próspero, pasando por otros luchadores sociales, académicos y jóvenes, entre quienes destacamos a la joven inquieta y trabajadora de la Cultura P'urhé, Male Rubí Huerta.









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Fuente de la nota: Periódico "La Jornada de Michoacán".
Las primeras dos fotografía de Agustín Ruiz y el resto de Juan José Estrada Serafín.