Por: Tatá Raúl Cruz Sebastián.

En los círculos académicos se están dando las discusiones de temas que tienen que ver con las culturas indígenas, bajo con varios perspectivas; de carácter histórico, antropológico, lingüístico, pero trabajo abordados desde el ángulo de la filosofía y de la estética no lo hemos encontrado mucho dentro de nuestra cultura indígena P'urhépecha. Quizás las razones de esto sea que los problemas de carácter social y político que acontece en nuestras comunidades cotidianamente han secuestrado nuestras atenciones y nos mantiene ocupados estos últimos años, sin embargo, pero en el ámbito artístico eso es lo más importante mientras más movimiento cultural y artístico que se dé en el seno de nuestra cultura de aquí radica su riqueza semiótica del Pueblo P'urhépecha, porque esta no es uniforme e homogénea, sino que es diverso y nos lleva a varios desembocaduras en el pensamiento y en las reflexiones filosóficas y estéticas.

En nuestras comunidades hay artistas talentosos hombres y mujeres que han venido aportando con sus creatividad y sensibilidad en el arte y la filosofía P'urhépecha a través del canto y es el caso de Tata Pablito y Nana Graciela fundadores del Dueto “Los Cascabeles de Turicuaro”, donde con este dueto han venido participando más de 15 años en los diferentes eventos, festivales y concursos de Pirekuas y el mayor de las veces han obtenido los primeros lugares y en toda las comunidades y otras ciudades en donde han sido invitados.

En una ocasión les pregunte en una visita a su casa cómo iniciaron en tocar y cantar la Pirekua, lo cual ambos se miraron y Tata Pablito nos conto que todo empezó cuando de jovencito lo habían invitado a participar de “ranchero” en una pastorela que es una festividad de carácter religiosa que se realizan por acá en los meses de diciembre en su comunidad de Turicuaro municipio de Nahuatzen, pero que aceptara él la invitación de los cargueros, solo si la fueran a invitar para que saliera con él a Nana Graciela que también que era muy jovencita en ese entonces, los cargueros aceptaron y fueron a pedirles el consentimiento a los padres de familia de la muchacha, a lo que los padres les dijo al saber de quién se trataba como pareja, “que nosotros sepamos aquel muchacho no canta, y así va ser difícil que se acoplé con mi hija”.

Por un momento ambos se reían, prosiguieron los ensayos salieron bien y llego la hora de que se presentaran en el pueblo en el Coloquio, en donde los aplaudieron y los felicitaron aquella pareja no solo les había gustado al público, sino que ellos mismos salieron contentos, en donde empezó el cortejo y las visitas frecuentes a la casa de la novia y un día les informo y pidió a sus papas Tata Pablito y que fueran a pedir la mano de Nana Graciela misma que se hacen con una ceremonia interesante y muy simbólica en nuestras comunidades.

Se casaron y como en todos los matrimonios empezaron un poco los problemas y las carencias para sostener la casa y la familia a decir de la pareja, Tata Pablo de siempre ha sido carpintero, hace pequeños muebles y Nana Graciela a la costura hace pequeñas servilletas y manteles que los entrega a una señora que los lleva a vender a la capital michoacana, ella es una mujer sencilla pero sobre todo ha enfrentado muchos problemas de carácter familiar y por ello ha desarrollado una sensibilidad importante qué lo ha llevado a la composición de la Pirekua podemos decir que es de las únicas mujeres compositoras que hay en la meseta y después empezaron llegar los hijos y aun la situación se tornaba cada vez más difícil, en eso Tata Pablo un día llego narra ella, con una guitarra y me lo mostró venia emocionado al haber comprobado su instrumento, le dije ¡pero si tu ni sabes tocar la guitarra!- pero aprenderé eso no es ningún problema, respondió Tata Pablito Sebastián mientras acariciaba emocionado su nueva adquisición.

El Dueto los Cascabeles, no tan solo han aportado música y composiciones propias a la cultura nuestra, sino que han venido trascendiendo por su fuerza, humildad y sencillez como personas y como la forma de ejecutar la Pirekuas en los lugares en donde se presentan en las comunidades y en los escenarios de las ciudades, tienen varios hijos pero el más pequeño de ellos, sus padres lo incursionaron en la Pirekua desde un inicio y en la región impacto aquel niño que cantaba en la radio grabaron su disco y en las comunidades lo llamaron el “Cascabelito”, y tuvo mucha vigencia en las escuelas como parte de la pedagogía en la enseñanzas de los niños y es el que aparece en la foto, de esta familia han surgido músicos y Piréris importantes, como los Alegres de Turicuaro, Orquestas, Bandas, y Grupos Musicales.

Una ocasión convocamos una reunión en la Comunidad de Comachuén en el 2009 a todos los promotores culturales del municipio de Nahuatzen para analizar y discutir las propuestas culturales y temas relacionados con la música, la cultura y el pensamiento en donde Tata Pablito tuvo una importante intervención a partir de su experiencia como músico y promotor cultural de su comunidad y dijo ante los asistentes de esta reunión, sobre la falta de apoyos que tienen nuestros artistas P'urhépecha “es muy importante esta reunión que se está haciendo aquí para que hablemos y reflexionemos sobre nuestra situación, ya que es muy difícil organizar eventos artísticos en nuestras comunidades, varias ocasiones he ido a las dependencias de gobierno a solicitar un apoyo y después de varias vueltas si me apoyaban con $ 2, mil pesos, cuando yo antes había gastado $ 5 mil pesos para los pasajes y comidas cuando anduve gestionando y eso es injusto e indignante”.