Aquí Yazco.
A Sucy por tus ánimos y pirékuas.

“Yo sé que quisieras estar aquí pero tenias una cita como yo, aunque no fue con la misma persona, ahora sé que tú te quedaste en ver con la muerte y yo me di una cita con la vida”.

Por: Raúl Cruz Sebastian.



MIRADA IRREVERENTE.

Mis labios duelen por ser golpeados por las palabras que chocan ante la cerrazón de mi boca, que no deja que diga palabras ante tu belleza y que elegantemente te habita.

No puedo ser indiferente ante tus senos firmes; que los tienes encarcelados debajo de tu guanengo finamente bordados, como de tus caderas que su figura se asoman en tu pisikata cuando te dispones a bailar.

En tu discreción de tu movimiento guardas la belleza, en tu mirada son los paraguas del fuego, en tu cabello se cristaliza el serpenteo de nuestros ojos de agua. En tus pasos anda el tiempo de nuestros antepasados que no buscan el camino sino el atajo.

Mis labios duelen por ser golpeados por las palabras que chocan ante la cerrazón de mi boca, que no deja que diga palabras ante tu belleza que elegantemente te habita.

AQUÍ YAZGO.

Aquí yazgo atado a mi propia existencia y condenado por mis propios dioses me he
Convertido en mi propia prisión, así como todos mis ideas salían como luces de véngala y Ahora regresan a mí como alfileres; busco que mis pasos no pierdan su perseverancia,
que mis ojos no se empañen de lagrimas y pueda seguir mirando tu rostro
Que siempre va alumbrándonos delante mío, tengo que conservarte intacto por que
Eres mi custodio que me pueda devolver o no la luz y me separe de las sombras. Aquí
Yazgo atado a mi propia existencia y condenado por mis dioses, me he convertido.
En mi propia prisión así como todas mis ideas salían como luces de véngala y ahora regresan como alfileres hacia mí.


DIOS QUÉ PENSARA DE MÍ.

No sé qué es lo que tiene pensado Dios de mi ante esta necesidad, sino no es el brazo es la pierna y si no es el bronquitis son los riñones ¡Ah mis antepasados a quienes habrán profanado que hoy la necesidad me arrastra! Me ofrecen churipo pero no puedo por mi avanzada gastritis, me sirven carnitas pero no puedo por mi frágil dentadura, me gano un poco de tumina y se va como el agua, me ofrecen tequila y ya no tomo, me invitan a bailar y mejor me sientan no sea que me caiga. No sé qué es lo que tiene pensado Dios de mi ante esta necesidad, sino no es el brazo, es la pierna y si no es el bronquitis son los riñones ¡Ah mis antepasados a quienes habrán profanado que hoy la necesidad me arrastra!

MIRADA IRREVERENTE.

Mis labios duelen por ser golpeados por las palabras que chocan ante la cerrazón de mi boca, que no deja que diga palabras ante tu belleza y que elegantemente te habita.

No puedo ser indiferente ante tus senos firmes; que los tienes encarcelados debajo de tu guanengo finamente bordados, como de tus caderas que su figura se asoman en tu pisikata cuando te dispones a bailar.

En tu discreción de tu movimiento guardas la belleza, en tu mirada son los paraguas del fuego, en tu cabello se cristaliza el serpenteo de nuestros ojos de agua. En tus pasos anda el tiempo de nuestros antepasados que no buscan el camino sino el atajo.

Mis labios duelen por ser golpeados por las palabras que chocan ante la cerrazón de mi boca, que no deja que doga palabras ante tu belleza que elegantemente te habita.