Gracias Kurpiti : por compartir tu trabajo, tu pueblo ya existia antesa de que llegaran los invasores europeos a la rapiña, nuestros sabios petamutis delineaban todos los pueblos en cuatro barrios con cuadras de aprox. 100 metros cada una, no existia la propiedad privada, por lo tanto no habia cercas y cuando la familia crecia, simplemente la nueva familia delimitaba otra cuadra junto a la ya existente para tener donde vivir y donde sembrar. Este cuento que te comparto es antiquisimo proviene de ahí, de tu pueblo donde no hubo ni castigo ni bendicion, simplemente un recordatorio de, que vivimos en una estrella apagada que por dentro todavia late y relate de fuego candente , asi como nuestro Tata-huriata nuestro padre el sol y que de cuando en cuando aparecen volcanes, terremotos y tsunamis en cualquier parte de esta nuestra madre tierra.
LOS CONEJOS

JOSE LUIS DE LA HUERTA

LOS CONEJOS

JOSE LUIS DE LA HUERTA

Había en la meseta purepecha un pueblo dedicado a los conejos que se llamaba precisamente así, (Parangaricutiro de los conejos) y cuando llegaron los invasores europeos a la rapiña le cambiaron el nombre y le pusieron San Juan Parangaricutiro y de los conejos en donde hacían unos panes de antología en forma de conejo, los hacían de blanco y de dulce chiquitos y grandotes rellenos de conserva de calabaza o de chilacayote previamente preparado. También los hacen chapeaditos de azúcar rosada y como es un pueblo consagrado a los conejos pues también hacen macetas en forma de conejo y lo dibujan en cuanta superficie podríamos imaginar en platos, tasas, vasos, en camisas para los hombres así como en morrales, calzones, sombreros, gabanes y cobijas, las mujeres lo ostentan en sus guanengos, en sus mandiles, en sus servilletas bordadas, en sus aretes de oro o de plata, también venden amuletos para la fertilidad pues el conejo también es símbolo de la buena suerte y de la fertilidad y te venden llaveros con pata de conejo, es tanta la proliferación de esta imagen que bien cabe la pregunta ¿por qué tanta insistencia en dibujar este animalito en todas partes? Bueno hasta dicen que un Tata-keri de ahí, fue quien dibujo el conejo que está en la luna, y así como esta, tienen varias leyendas para explicar, como fue que se apareció un conejo en la luna, una de ellas dice así.
Había en una loma un señor que tenía una milpa donde cultivaba calabazas, repollos, chile, cebollas y todo lo que necesitaba para comer él y su familia, hasta le sobraba para llevar al tianguis de Patamban los jueves y cambiarlos por otras cosas que él y su familia necesitarían, pero una mañana cuando se levanto para revisar su ecuaro se encontró que estaba todo comido y a sus mejores plantas les habían comido los cogoyitos más tiernos y jugosos, no se imaginaba quien le había hecho el daño, enojado se puso a cuidar su trabajo preparado con su honda, piedras, arco y flechas. Estuvo todo el día vigilando y nunca apareció nadie que fuera a comerse sus verduras, aunque al otro día, otra vez aparecieron más verduras comidas y esto aumento tanto el enojo del milpero que hasta se puso a espiar en la noche para descubrir al bandido que le hacia daño a sus verduras. Por fin le venció el sueño y por dormirse no pudo ver al malhechor, pero sus verduras seguían disminuyendo, entonces penso la forma y se trajo una trampa de carrizo de Patamban, la puso donde estaban los cogoyitos más tiernitos que le quedaban y zas, cayo el bandido que era un conejo, entonces el granjero tomo el conejo y se lo llevo a su casa y dijo a su familia ahora vamos a comer conejo, para que pague todo lo que ha hecho este canijo animal y puso a hervir una olla con agua para cocinarlo y cuando salió por chiles para hacer el acompañamiento, pasó un coyote que también andaba buscando que comer y el conejo le dijo buenas tardes señor coyote, ¿que lo trae por aquí?
- Ando buscando comida, llevo tres dias sin comer nada.
-Que bueno que llego ahora señor coyote, hoy es su día de suerte, fíjese que el dueño de la casa esta preparando un gran banquete, pues su hija se va a casar hoy mismo y esas grandes ollas que están en la lumbre, son para pelar las gallinas y para hacer chocolate, el granjero fue a traer pulque y checata, su esposa fue por los padrinos y toda la familia fue a, avisarle a los parientes que vengan a la fiesta y al banquete.
-Todo me parece bueno dijo el coyote, pero de seguro a mi me van a echar a los perros y no me invitaran, mejor te como a ti y asunto arreglado, me quito el hambre y que el granjero siga con su fiesta.
-No señor coyote, no me coma a mi, no me ha entendido bien, yo soy el novio de la hija del granjero, pero yo estoy muy chiquito y todavía no me quiero casar y para que no me escape me metieron en esta jaula de carrizo, mire le propongo algo, cambiemos de lugar, métase usted en esta jaula y el novio será usted, entonces el banquete será para usted, donde que ni le platico, la novia esta en su jugo tiene apenas quince primaveras y es la muchacha más linda que yo haya visto y las gallinas son las mejores del rumbo, son coquenas y chambonas y ni siquiera tiene usted que arriesgar el pellejo, se las van a servir en su plato y guisadas en mole, imagínese señor coyote.
Este, saboreándose y dejando caer la baba de emoción acepto la propuesta y cambio de lugar con el conejo y se quedo enjaulado, así el conejo escapó.
Cuando llego el granjero vio que ya no estaba el conejo y en su lugar vio a un coyote todo flaco, trasijado y con la panza de güiro, se le veían todas las costillas y los huesos de todo su cuerpo.
- Condenado coyote ya me madrugaste, dijo el granjero y ni la cola del conejo dejaste, no dejaste ni los pelos del cuero y tu no tienes nada que yo te pueda comer, mejor te voy a echar los perros y que ellos te coman.
- No señor granjero yo si me quiero casar con su hija,- dijo el coyote.
-Que casar ni que nada yo ni tengo ninguna hija.
-¿Entonces no habrá banquete?
- Cual banquete? - dijo el granjero,
Preparando el arco y la flecha para flechar al coyote y facilitarle el trabajo a los perros, pero el coyote pensó rápido y se defendió y dijo.
-No me mate señor granjero y le prometo con mi vida, traerle al conejo que me engañó y me dijo muchas mentiras.
Entonces el señor acepto la propuesta y el coyote salió destapado a buscar al conejo, lo encontró muy quitado de la pena subido en un árbol, recargado en una rama cerca de un panal de avispas.
- Baja le dijo el coyote, el granjero te esta esperando con su olla de chocolate, y le prometí con mi vida llevarte vivo o muerto.
-No puedo, dijo el conejo, estoy cuidando estos niños que su papá me los encargo y como son chiquitos tengo que cuidarlos y no me puedo mover de aquí, hasta que venga su mamá o su papá a cuidarlos, pero si me prometes que tu lo haces en mi lugar, entonces yo bajo de aquí y me voy al banquete del granjero.
-Órale pues, -dijo el coyote y cuando el conejo bajo de la rama, el coyote tomo su lugar, pero como pesaba más que el conejo, la rama se venció y cayo al suelo.
Después del azotòn salieron todas las avispas del panal y le pusieron una friega al pobre coyote, como nunca se la habían puesto y así dolorido por el sapotazo y las miles de picaduras de avispa, el coyote tuvo que perseguir al conejo colina arriba, donde el conejo encontró una cueva para esconderse, pero el coyote con su olfato también la encontró y se metió a buscar al conejo, que al sentirse descubierto y ya casi atrapado salió de la cueva, corriendo como condenado Y ya el coyote le pisaba los talones, cuando el conejo se paro frente a una gran piedra que estaba en un paredón y que aparentaba caerse y rodar colina abajo, y le dijo al coyote.
-Ayúdame, ayúdame que se esta cayendo el mundo y se nos va a caer encima esta enorme piedra,- entonces el coyote se la creyó otra vez y también se puso a detener la gran piedra y el conejo dijo, - deténla, deténla que voy por ayuda.
Dejo al coyote solo y se fue colina arriba, el coyote pensando que otra vez lo habían engañado opto por soltar un dedo de la gran piedra y no paso nada, soltó dos dedos y no paso nada, soltó una pata y no paso nada, soltó las dos y tampoco paso nada, fue cuando volteo hacia atrás y vio al señor de la milpa que venia con su arco, flechas y los perros para atrapar al coyote, acicateado el pobre por el dolor, el miedo y el hambre saco fuerzas de flaqueza y emprendió la persecución del conejo nuevamente.
Entonces ya era de noche y nana-cutzi la luna se dio cuenta de lo que pasaba con su hijo el conejo, entonces le concedió el don de zigzaguear como rayo sobre la carrera para evadir al enojado, hambriento y desesperado coyote.

Y así subieron ambos hasta lo más alto del cerro donde sólo estaba un enorme peñasco, fue hasta ahí donde se le acabaron las tretas al conejo y su protectora la luna, hizo bajar una escalera de plata que habían tejido las arañas. El conejo brincó y subió en ella, llegando hasta la luna, donde se quedo para siempre dibujado en su cara, donde se ve todas las noches de luna llena y el coyote se quedo aullando su dolor ,su hambre, su miedo y su desesperanza, y desde entonces los coyotes le aúllan a la luna reclamándole su comida y llenando de espanto y de terror a los ranchos y pueblos de la meseta, pues también recuerdan la promesa del banquete con gallinas gordas y esperando que no lleguen los campesinos con sus perros y le den muerte a los coyotes, sin embargo también en noches de luna llena, es cuando mas gallinas se desaparecen de los ranchos de la meseta y por lo mismo, también en las noches de luna llena vemos, como el conejo está muy a gusto en la cara de la luna, si se fijan bien lo verán, tiene las orejas hacia arriba y esta como recostado sobre su lado derecho, volteando también hacia su derecha, y por la madrugada se encuentra boca arriba, por eso nos llena de miedo el aullar de los coyotes.
En estos dos dibujos podemos ver como los antiguos habitantes de la meseta dibujaban y platicaban este cuento a los zapichus y era conservado de generación en generación hasta la actualidad.
Este pueblo lo desapareció el volcán Paricutín el año de 1943 y lo cambiaron de lugar, ahora se llama san Juan nuevo o san Juan de las colchas y tiene el santuario mas importante del estado de Michoacán. ¿Quién sabe donde estaba diosito?

Un purepecha pues.
Anexo encontraran el mismo cuento versión zapoteca, pues este era un cuento que la cultura tolteca difundió por todo el altiplano y árido América.