Miercoles 10 de junio de 2009 → Cultura → Postularán el Concurso Artístico de la Raza Purépecha a premio nacional
El antropólogo Adalberto Ríos realiza una recopilación fotográfica de varias comunidades

Postularán el Concurso Artístico de la Raza Purépecha a premio nacional
Las políticas turísticas del gobierno apuestan más a consolidar la Ruta Don Vasco

CARLOS F. MARQUEZ



Música tradicional en la fiesta de Zacán Foto: IVAN SANCHEZ Las políticas turísticas del gobierno de Michoacán apuestan cada vez más a la consolidación de la Ruta Don Vasco, que observa en la historia y cultura de las comunidades purépechas un motor para el desarrollo económico. Como parte de este proyecto de industria turística debe observarse la iniciativa de que las pirekuas sean incluidas en la lista mundial del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, y también la propuesta de que el Concurso Artístico de la Raza Purépecha sea postulado para el Premio Nacional de Ciencias y Artes, tal como se dio a conocer el lunes en la comunidad de Zacán, que cada año sirve de sede a este encuentro.

El secretario de Turismo en Michoacán, Genovevo Figueroa Zamudio, puso a consideración de algunos integrantes de la comunidad de Zacán la propuesta de integrar el expediente para que el Concurso Artístico de la Raza Purépecha sea postulado al máximo premio artístico del país, y anunció que la carta fuerte para la gestión de este reconocimiento es Adalberto Ríos Szalay, quien fue una pieza clave para que la Banda Tlayacapan de Morelos obtuviera semejante distinción en 1998.

El antropólogo Ríos Szalay, además de ser columnista del diario Reforma, ha trabajado en diversos proyectos editoriales, vertiente que lo acercó a Michoacán para realizar un amplio levantamiento fotográfico en diversas comunidades del estado que ha dado como resultado un vasto compendio que ha sido plasmado en las ediciones de la Sectur; Michoacán, un viaje en los umbrales del siglo XXI; Paranguas, hogar de manjares michoacanos, y Morelia, cantera viva de México.

Para el caso no es tanto el talento fotográfico de Adalberto Ríos lo que se requiere, sino su experiencia adquirida en las dos ocasiones que fue jurado del Premio Nacional de Ciencias y Artes, así como su labor de gestión para que la Banda Tlayacapan obtuviera dicho premio. Ríos Szalay conoce las dos caras de la moneda que la Sectur Michoacán ha lanzado al aire.

Durante su gestión como director del Instituto de Cultura de Morelos, Adalberto Ríos observó la postulación de la Banda Tlayacapan al Premio Nacional de Ciencias y Artes como un respiro social a partir de un hecho cultural. A propósito explicó: “en Morelos tuvimos un problema gravísimo de secuestros en la época del gobernador Carrillo Olea y yo decía: ¡caray! Si un niño de Guadalajara prende la tele o el radio, oye hablar de las Chivas o que fue a cantar fulano, pero si eres morelense escuchas del Mochaorejas y cosas terribles. Era necesario renovar ese ambiente a partir de la cultura”.

Como jurado, Ríos Szalay atestiguó la postulación de la Banda Tlayacapan a dicho premio y pudo detectar las razones por las que fue rechazada en su primer intento: “no prosperó porque creo que uno de los hechos esenciales es que 90 por ciento de las propuestas eran de un gran nivel, heroicidad y trascendencia, de tal manera que dices: ¡caray, en que país tan extraordinario vivimos y qué problemas tenemos”.

En contraste, pudo observar el expediente de la Marimba Nandayapa que venía respaldado por una gran fuerza social: “fue propuesto por los chiapanecos y lo suscribía con entusiasmo y orgullo el gobernador, los senadores, diputados, el rector de la universidad, agrupaciones agrícolas y comunidades. Significaba mucho para una comunidad”.

Además, la Banda Tlayacapan tenía contra si una suerte de rencor histórico sobre el cual comentó Adalberto Ríos: “a nosotros nos habían golpeado, por ser la cuna de Zapata, de una manera que nunca se dice en la historia oficial, pero nos dieron con todo al grado de quitar los habitantes de Cuernavaca y vaciarlo”.

Con la experiencia adquirida, Ríos Szalay emprendió un nuevo proceso de gestión encaminado a la obtención del premio nacional y destacó los elementos más importantes de la banda: “es una banda de 115 años, hizo una recopilación de las marchas fúnebres morelenses, incorpora niños y mujeres en la educación musical, tocan excelente y fue una de las bandas de Emiliano Zapata”.

El antropólogo complementó los factores inherentes de la Banda Tlayacapan con una fuerte campaña de promoción a la que incorporó a figuras como María Felix, Rigoberta Menchú y María Rojo.

Es esa experiencia la que Genovevo Figueroa pretende aprovechar para la postulación del Concurso Artístico de la Raza Purépecha que a decir de Ríos Szalay: “tiene una gran fuerza que para mí es esencial: es un evento venido de adentro de la comunidad y manejada para ellos porque no es para un espectáculo y no nada más está en el recuerdo, pues además de premiar lo tradicional premia la innovación y eso me parece que es hacer política cultural. Tiene todos los elementos y se lo merecen. Ver incluso la agresión, entusiasmo y pasión de la gente que llega a los golpes por defender a su danzante y su banda me parece lo máximo”.

Su estrategia de promoción del Concurso de Zacán contempla la incorporación de grandes promotores culturales del país que “señalen y hagan ver al jurado la importancia que como modelo de desarrollo cultural tiene este concurso que está marcando algo que ojalá tengamos en todo el país. No es un bailecito folclórico ni una vacilada hecha en las pirámides de no sé donde. ¡Es algo que hicieron ellos para ellos mismos!”.