San Mateo Tócuaro, Municipio de Acámbaro, estado de Guanajuato. El ingeniero José Rodrigo Pérez Durán podría ser el responsable del derribo de cientos de árboles en la sierra de Tócuaro que están siendo talados de manera irregular de acuerdo a lo dicho por los lugareños quienes se encuentran preocupados y molestos por lo sucedido, así lo señaló Juan Morales presidente del Comité Indígena de Bienes Comunales de Tócuaro luego de un recorrido por el lugar de la tala el pasado 9 de enero, acompañado por medios de comunicación, asociaciones ambientalistas de Acámbaro y tocuarenses. Morales agregó que el problema es que, “este señor, José Rodrigo Pérez Durán, está metiéndose en terrenos que no son de su propiedad, está talando dentro de la comunidad de Tócuaro”.
Y es que a mitad del año pasado se dio a conocer que el ingeniero Pérez Durán informó al Ayuntamiento acambarense del permiso otorgado por SEMARNAT para aprovechar los recursos forestales de la fracción conocida como “Tercera y Cuarta de la Antigua hacienda de San Antonio” que comprende alrededor de 390 hectáreas con el método conocido como árboles padre, en donde se talaría un promedio del ochenta por ciento de árboles ubicados en el lugar. Sin embargo, los lugareños aseguran que la tala se está realizando en terrenos que no le pertenecen al propietario de la fracción en la ex hacienda de San Antonio, dado que su tierra no comprende recurso forestal sino de labranza. Cabe recordar que en aquella ocasión el presidente municipal de Acámbaro Gerardo Silva Campos se pronunció a favor de los tocuarenses y del alto a la tala, ese mismo día se formó un grupo en defensa de la Montaña que incluyó a la sociedad civil y días después se realizó una marcha en el centro de la ciudad, de esta forma se logró detener el derribo en un primer intento.
Sin embargo a finales del año 2010 la tala recomenzó en las partes conocidas como Piloncillito, Mesa del Cajón y Piedra Enramada, zonas de difícil acceso en donde se ubican una gran cantidad de pinos y encinos. Al momento se han talado más de cien árboles en el lugar y al decir de los propios lugareños, se trabaja de noche para evitar ser sorprendidos. Los representes piden al gobierno y a la sociedad civil que apoyen su exigencia de parar la tala en el lugar de manera pacífica y por la vía legal antes de que el conflicto se torne violento. Se prevén reuniones con representantes del gobierno municipal y estatal en próximos días.