En memoria de:
Tatá Ernesto Ruiz García.
Tatá Jesús Gonzales Hernández.

Hablar de la música no es únicamente hacer referencia a los músicos y piréris, sino es también hablar de un selecto publico quién no tan solo escucha, sino se deleita y son los jueces que emiten sus juicios de alago y observaciones estéticos, (belleza), a esto es lo que el filosofo de Zitacuaro Samuel Ramos, decía que el público también son artistas. Este ha sido el caso particular en el caso concreto de Comachuén, hay un desarrollo del buen “buen gusto”, no tan solo en lo artístico, sino en otros aspectos, en la artesanía, en la agricultura, en el diseño de los vestidos en las mujeres, así como los deportes.

El buen gusto, viene y se da en tres fuentes; de acuerdo a lo que he vivido y leído Primero es la tradición y herencia familiar, y el segundo, por el esfuerzo personal de formarse de cultivarse, a través de la lectura, el cine etc. Tercero: Esta se da con el “roce social”, que tienes es decir, con la gente que te juntas y platicas y dialogas tu conocimiento va ampliándose. Quienes entran en la parte artística en el disfrute es empezara trasgredir los limites, es pasar los límites del corazón, dejar atrás todo aquello que nos oprime, y no nos permite crecer como seres humanos, este es la vida artística, es el florecimiento de la alegría a través de la risa, del gusto por la vida; esta es la expresión del poder que tiene la persona que lo hace, de aquí que provoca el “enojo”, el disgusto de los demás porque los otros o la mayoría los tiene estrangulado, el enojo, el rencor y les corroe la envidia y todos esto es negativo por eso son almas que están “enfermas”, estos sentimientos, son expresiones aun como diría Troski, el intelectual Ruso,
es porque aun no han superado su condición de esclavos, y permanece a ras de suelo, pero de esto hay cura solo uno tiene que abrir el corazón y pedir ayuda a quienes saben.

Sostiene los griegos, que hay tres artes con las que las “almas se pueden elevar”, primero es la música, segundo la filosofía, y tercero la poesía, estas disciplinas del conocimiento no tan solo nos llevaran a la contemplación, sino aproximarse al “encuentro con Dios”, por eso lo artistas en general no son “normales”, son seres aislados e incomprendidos, les gusta estar solos para crear, les abruma los públicos, porque están consagrados; a crear, a investigar y estudiar, ahora bien, no porque sean creídos o si ustedes quieren hay algo de vanidad de ellos, porque tiene una parte de “histriónicos” como los actores deciden siempre buscar ser el centro de atención y es parte porque procuran tener alto su autoestima que siempre buscan construirse.

Y ésta como la belleza, es la materia prima de su inspiración dentro de su formación, esta la idea madura que son personajes como actores ante un público llamado “Comachuén”, por eso los veremos siempre bien arreglados, y bien vestidos porque buscan tener “notoriedad”, y este es el caso del maestro Domingo Ramos Felipe, de estatura mediana, siempre bien arreglado, nos comparte Leopoldo Cruz Sebastián, que siempre se encontraban con el maestro con sus ganados en el
kondiro, y el maestro Ramos andaba con su caballo blanco, bien ensillado y por costado traía una espada. Otro caso, es nuestro homenajeado al maestro Tatá Leo Sebastián Felipe, siempre bien vestido con una elegancia discreto, siempre pantalón de vestir, su chamara no de mezclilla, su sombrero, conduciéndose con el público con respeto hasta el más pequeño hasta el más grande, con estas palabras que le escribí busco describirlo su persona.

TATÁ Y MAESTRO LEO SEBASTIAN FELIPE

I
Hombre P'urhépecha, diligente y prudente,
Guerrero de la vida, maestro de la batuta,
Tata k'eki de finos gustos estéticos y de un
deleite musical cultivado, hacedor dela música
y la palabra e inspiración de grandes generaciones
de artistas P'urhépecha.

II
Partitura que el viento no se lo llevo y lo perdió, por
eso ahora estas en el libro de notas musical y que esta
en el baúl que Comachuén lo guarda celosamente en su
legendario tapanco de la memoria junto a tus maestros
y tus compañeros que se nos adelantaron.

III
Eres parte de esta gran legión degrandes personalidades
que te antecedieron, en este que hacerartístico, como diría
el Gran Beethoven, “el músico,escucha el viento del bosque, porque
el viento es el aliento de Dios, son quien le leen los labios y de ahí
crean sus criaturas, (poemas, pirékuas, y composiciones,) y que le cantan
como alabanzas a su gran creación y grandeza”.

IV
Uandari, organista, compositor,y sastre del pueblo,
excelente trombonista, acordeonista, bohemio, comunero decente,
gran tío, amigo,
hermano, compadre, esposo, suegro,inalcanzable
Padre, abuelo cariñoso, a tus flores pequeñas y hermosas los llevaste
en el pentagrama;
Monse, Sandra, y Danielita ya las inmortalizaste
con la tinta de tus lágrimas de tu corazón d
e alegría.

V
No tan solo sus padres, sino Tatá Domingo Ramos Felipe, el gran Francisco
Salmerón de Quinceo, tu maestra Clarita de Nahuátzen, el maestro
Vidrios de Tingambato, de quien te inspiraste, tus compañeros, no tan solo
están
orgullosos, sino ahora ellos se ponen de pie en el palco del cielo
donde se encuentran, y
nosotros te aplaudimos aquí porquea lo largo
de estos años y nos seguirás d
efendiendo en los grandes “conciertos musicales”,
en nuestras comuni
dades, con tú elegante y magistral dirección poniendo
en los altos s
iempre a Comachuén, a esta comunidad de grandes hombres
y mujeres, nobles y t
rabajadores que hoy te reconocemos,
y les brindamos un humilde homenaje a todos u
stedes.

Así mismo tenemos al maestro poeta Gildardo Avilés Reyes desde que tengo uso de razón siempre los he visto bien vestido, con su sombrero de ala ancha, el buen gusto por los caballos, como una forma de conducirse con la gente con respeto, incluso los años recientes ha organizado “cabalgatas”, con jinetes de Cherán y Nahuátzen entre otras comunidades vecinas siempre atendiendo con mucha dignidad a los visitantes. en su domicilio, en lo personalmente me consta (esperamos que se mejore de su salud).

Así es la historia de los grandes, los recordamos como parte de México a estas personas y en nuestras comunidades el cómo construyen sus composiciones musicales y poemas y pirékuas, así también construyen “el “estilo”, y este quiere decir,
“es la manera o forma de hacer las cosas con calidad y elegancia”.

Estilo
porque es la receta de cocina con la que preparan su trabajo, su obra, su pensamiento, su música. La misma gente te va sugiriendo como debe ser tu personalidad, el pueblo es tu estilista, como fue en el caso de Tatá Ismael Bautista Rueda de aquí de esta comunidad de Comachuén, que en las presentaciones le veíamos con su sombrero grande, un paliacate en el cuello, y una flor en su sombrero, todo esto es un mensaje que nos daban al público, lo mismo pasaba con Tatá Francisco Salmerón de Quinceo, era un hombre que imponía quien se le acercaba, esto sentía su servidor cuando en pocas veces lo llegue a tratar en persona a simple vista imponía con su sombrero ancho de trigo, como lo que fue, un Tatá K’eri.

En conclusión, todos los músicos son elegantes el publico los sube al pedestal y hay muchos que se marean la fama y empiezan a “subírseles” como dicen los jóvenes y se vuelven soberbios y otros se descuidan y los atrapa las garras de los vicios y es ahí que se pierden y se enferman, no obstante, el que ustedes estén aquí presentes maestros de Comachuén con sus existencias elegantes, gano su estrategia de la vida, porque lograron llegar a este momento sanos y salvos y por ello es de celebrarse y antes que nosotros lo hagamos háganlo ustedes felicítense cada uno de ustedes y denle gracias a Dios y a sus familias y así a su comunidad porque ellos directamente e indirectamente nos están cuidando, y nos protegen demos y dense un fuerte aplauso.
Muchas Gracias.

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Un escrito de: Raúl Cruz Sebastián.
Texto leído en homenaje a los músicos de Comachuén, municipio de Nahuátzen, Michoacán, México.

En la imagen Tatá Leo, flaqueado por su esposa y su hermana.